La elección presidencial francesa es una batalla entre dos visiones económicas
La elección francesa es una batalla entre dos visiones económicas muy diferentes con implicaciones enormes para Europa.
Marine Le Pen y Emmanuel Macron, los principales candidatos a la presidencia, mostraron esa dura elección durante el primer debate televisado de la campaña este lunes.
Le Pen, del partido Frente Nacional de extrema derecha, quiere que Francia abandone el euro y proteja los empleos franceses. Macron, un exministro de Economía y exbanquero, defiende las fronteras abiertas y una integración europea más estrecha.
Estas son sus posturas sobre los grandes temas de Europa, el comercio y los impuestos:
¿El euro o el nuevo franco?
Le Pen quiere realizar un referéndum sobre la adhesión de Francia a la Unión Europea (UE).
Ella ha propuesto abandonar el euro y cambiar a un “nouveau franc” de menor valor para ayudar a que las exportaciones francesas sean más competitivas.
La deuda nacional existente se convertiría a la nueva moneda, lo que probablemente sería considerado un impago de la deuda.
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“La UE nos prohíbe todo, nos castiga, nos reprende y el resultado final es desempleo y pobreza”, dijo Le Pen.
La posición de Le Pen sobre el euro fue atacada en el debate del lunes, cuando los candidatos rivales la acusaron de incitar a una catástrofe económica. Ella respondió acusando a sus críticos de ser alarmistas.
Macron no podría estar más lejos de Le Pen. Su campaña se trata de mantener a Francia en el corazón de Europa.
Desea una mayor integración entre los países que comparten el euro. Presionaría por una reforma de la unión monetaria e incluso ha pedido que la eurozona cree su propio presupuesto.
¿Libre comercio o Francia primero?
Macron es un partidario del libre comercio y ha hecho campaña a favor del CETA, el acuerdo de libre comercio de la UE con Canadá.
Sin embargo, dice que Europa debería andar con cuidado respecto a los nuevos acuerdos y que Europa no debe sacrificar sus estándares en materia de seguridad, protección social y medio ambiente.
También ha hablado en contra del restablecimiento de las fronteras en Europa y quiere una mayor integración dentro del bloque comercial.
Le Pen argumentó el lunes que a las empresas francesas debe dárseles prioridad cuando licitan contratos públicos, y dijo que se debería hacer más por proteger los empleos a nivel nacional.
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“El Estado debe dar prioridad a las empresas francesas y no a las extranjeras. No estoy aquí para crear empleos para nuestros vecinos”, dijo.
Ella planea lograr eso al dar a los productos “Hechos en Francia” una etiqueta especial para aumentar su deseabilidad. Si una empresa traslada trabajos desde Francia a un país con costos de mano de obra más bajos, sus productos estarían sujetos a un impuesto de importación.
El partido de Le Pen se niega a apoyar nuevos acuerdos de libre comercio. También ha esbozado una serie de políticas que describe como “proteccionismo inteligente”.
¿Recortes de impuestos para negocios o trabajadores?
Le Pen está buscando reducir los impuestos sobre la renta para los trabajadores más pobres, simplificar las normas fiscales y combatir la evasión de impuestos. Ha prometido un nuevo impuesto a las empresas que contraten a inmigrantes para alentarlos a dar trabajo a trabajadores franceses.
Macron se ha comprometido a reducir gradualmente las tasas de impuestos corporativos a un 25% desde el 33% actual. También quiere recortar los impuestos locales sobre la vivienda para la mayoría de los franceses y reformar el impuesto sobre el patrimonio.
Se ha comprometido a recortar el gasto público en 60,000 millones de euros (64,000 millones de dólares) al año, en parte haciendo que el gobierno sea más eficiente.
Dijo que recortaría hasta 120,000 empleados del gobierno al no reemplazar vacantes a medida que los trabajadores se retiren.
Le Pen planea reducir la edad oficial de jubilación a 60 años y alentar a las empresas a contratar a más personas, por ejemplo mediante la reducción de impuestos sobre la nómina para las empresas.
Macron, por su parte, también consideraría cambios en la forma en que se aplica la ley de trabajo de 35 horas por semana en Francia.
“No estoy proponiendo una tierra sin ley. Propongo que las horas de trabajo sean negociadas: su flexibilidad, su libertad. Crearemos empleo al dar libertad a las empresas y al tener un diálogo social”, dijo el lunes
¿Estímulo fiscal o devaluación de la moneda?
Macron ha esbozado planes para un gran estímulo económico que, según él, transformará radicalmente la economía francesa.
Quiere gastar 50,000 millones de euros en cinco años en capacitación, energía y medio ambiente, transporte, salud y agricultura.
Le Pen argumenta que su presión por una Francia independiente y una moneda devaluada daría un gran impulso a la economía francesa.
También prometió un plan de “reindustrialización” para promover a la industria francesa y la cooperación con el Estado.
Saskya Vandoorne contribuyó a este reportaje.