México quiere un “alto grado de ambición” en negociación comercial con Mercosur
Después de casi dos décadas de aislamiento, Argentina y Brasil quieren abrir el Mercosur al mundo. México, amenazado por el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, busca abrir esta puerta más allá de las importaciones del campo. Las posiciones de negociación quedaron claras en un encuentro entre ministros de los tres países y Chile en la reunión del Foro Económico Mundial que se celebra en Buenos Aires.
“Para nosotros es fundamental poner en la mesa un alto nivel de ambición, con todo el sector agropecuario y manufacturero”, dijo el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, en respuesta a una pregunta acerca la posibilidad de un arancel cero para las importaciones de maíz y soya.
Guajardo no ocultó el papel de carta de negociación con Estados Unidos de los inmensos graneros de los países sudamericanos. En caso de tener un problema en la negociación con Estados Unidos, México podría abrir una cuota de arancel cero. “Tengo que abrir una cuenta de tantas toneladas, y el arancel será cero en ese periodo”, pero enfatizó que Argentina “podrá sonreír en cuanto ponga en la mesa (la apertura del sector de) autos”.
Argentina y Brasil viven una transformación radical, en el que combinan bajos crecimientos con profundas reformas estructurales. La crisis desatada por el fin del boom de las materias primas llevó a los gobiernos de Mauricio Macri en Argentina y de Michel Temer en Brasil a dar carpetazo a las políticas proteccionistas de sus predecesores. Ambas economías se contrajeron en 2016 y prevén crecimientos ligeros, de 0.6% en Brasil y 2.2% en Argentina, según el Fondo Monetario Internacional.
“La oportunidad no está en el comercio intra-Mercosur, sino en abrirse”, dijo el ministro de Industria de Argentina, Francisco Cabrera.
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Mientras Chile tiene tratados de libre comercio con cerca de 90% del PIB del mundo, Mercosur los tiene con 10% del mundo. “Debemos trabajar con nuestros empresarios, sindicalistas, es la oportunidad hacia el crecimiento, siendo que Argentina tiene un problema crónico de demanda de empleo. El mercado no es el interno, es el mundo, del que estamos muy aislados”.
Argentina es nación observadora de la Alianza del Pacífico, en la que participan México, Chile, Colombia y Perú. Esta Alianza quiere aprovechar el trabajo hecho para el Acuerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) para abrir el comercio con otros países de la cuenca asiática. Este marco de negociación es atractivo para Argentina y Brasil. “Hay un apuro en que debemos darle una respuesta al mundo. Es preciso resignificar el comercio entre Mercosur, la Alianza del Pacífico y los demás países”, dijo Marcos Pereira, ministro de Industria de Brasil. “Nuestro sector productivo, durante un tiempo no quería hacer acuerdos, preocupados por competitividad. Hoy todos los empresairos piden avances en la apertura”, dijo.
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El cambio de ruta no será fácil. Ante las negociaciones con la Unión Europea que tienen lugar en este momento, los socios del Mercosur , que incluyen a Paraguay y Uruguay (Venezuela fue suspendido en diciembre), se encontraron que no existía una política común sobre licitaciones públicas, uno de los puntos clave en toda negociación comercial internacional.
Este viernes los ministros de Chile y México se reunirán con los de Argentina y Brasil en busca de acuerdos arancelarios entre Mercosur y la Alianza del Pacífico.
Para México estas negociaciones son más que una herramienta de negociación con Estados Unidos. Las autoridades mexicanas ven en la apertura hacia el sur una herramienta de diversificación una política de largo plazo para evitar la vulnerabilidad de la economía mexicana ante cambios en sus socios comerciales norteamericanos.