Arabia Saudita vs Rusia, la lucha por el mercado petrolero de China
El colapso de los precios del petróleo hizo que Rusia y Arabia Saudita se unieran más que nunca. Pero ahora, una carrera por satisfacer las enormes necesidades energéticas de China amenaza con separarlos.
Rusia y Arabia Saudita han coordinado estrechamente sus esfuerzos para eliminar un masivo exceso de suministro de petróleo que provocó que los precios del crudo cayeran el año pasado a precios increíblemente bajos.
Estos países acordaron, junto con otros grandes productores, reducir su producción de crudo como parte de un esfuerzo por apoyar los precios. La semana pasada, ampliaron el acuerdo por otros nueve meses .
La más reciente muestra de cooperación entre los dos principales productores de petróleo del mundo se produjo esta semana, cuando el presidente ruso Vladimir Putin se reunió personalmente con el subdirector Mohammed bin Salman para reforzar el acuerdo.
Sin embargo, tras bambalinas, hay otra realidad: Arabia Saudita y Rusia están involucrados en una intensa batalla sobre quién será el principal proveedor de China, un importante importador de energía con un insaciable apetito por crudo.
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Robin Mills, director ejecutivo de Qamar Energy, comparó la rivalidad emergente con el “Gran Juego”, un partido de ajedrez geopolítico del siglo XIX en el que Gran Bretaña y Rusia lucharon por la supremacía en Asia Central.
“Ahora China es el jugador”, dijo Mills. “Cada gran exportador, ya sea Arabia Saudita, Irán o Rusia, tiene que estar en ese mercado”.
Sueños rusos
Rusia dio su primer gran paso en 2014. Putin, a quien se le había negado el acceso a los mercados occidentales debido a las sanciones por el conflicto en Ucrania, miró hacia Oriente en busca de un salvavidas económico.
Lo encontró en China. Después de años de negociación, Moscú y Beijing firmaron un acuerdo de 30 años en 2014 para suministrar gas natural al mayor mercado emergente del mundo. El contrato tiene un valor aproximado de 400,000 millones de dólares.
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No fue ampliamente difundido en ese momento, pero los estrategas energéticos dicen que Putin ofreció un fuerte descuento al presidente chino Xi Jinping para concretar el acuerdo y asegurar el acceso de Rusia al mercado chino.
Sin embargo, Putin no fue el primero en hacer una propuesta a Beijing.
Visión saudita
El fallecido rey Abdullah de Arabia Saudita lanzó su propio cortejo hacia Beijing con una visita al extranjero en 2006. El viaje condujo a una empresa conjunta entre China National Petroleum Corporation (CNPC) y su contraparte saudita, Saudi Aramco.
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El acuerdo incluyó una refinería gigante en el Mar Rojo capaz de manejar 400,000 barriles de crudo al día, así como la construcción de una instalación similar en China. El Reino también se comprometió a ubicar su sede asiática en Beijing.
El ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid Al Falih, dijo que el Reino apenas está comenzando.
“Esperamos muchas más refinerías en suelo chino”, dijo recientemente a CNNMoney. “Es muy estratégico y está en el grado más alto, tenemos mucho espacio para crecer y nuestros socios chinos lo saben”.
Estrategia en Asia
No solo China ha llamado la atención de Rusia y Arabia Saudita.
El gobernante saudita,el rey Salman recorrió la región a principios de este año, firmando acuerdos de petróleo y gas por 13,000 millones de dólares con socios en países como Malasia e Indonesia.
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La demanda es enorme: Asia representó casi un tercio de la demanda mundial diaria con 31.4 millones de barriles el año pasado, según la consultora FACTS Global Energy.
India, que cuenta con 1,300 millones de personas y una economía en auge, está emergiendo como otro gran atractivo en Asia. Mills dijo que el país ahora está agregando tanto volumen de petróleo como China, si no es que más.
Al Falih dijo que el país está “muy alto” en su radar.
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Rusia también está haciendo una maniobra en el mercado, al sorprender a los observadores de la industria en octubre pasado al pagar 13,000 millones de dólares por Essar Oil, la segunda mayor compañía petrolera privada de India. El acuerdo aún no ha obtenido la aprobación final.
Putin ha mostrado sus prioridades de otra manera: invitó al primer ministro indio Narendra Modi al Foro Económico Internacional de San Petersburgo de esta semana, un evento que se celebra cada año en la ciudad natal del líder ruso.