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Solo el 24% de los estadounidenses dicen confiar en la Casa Blanca

Según la encuesta de CNN, alrededor de tres cuartas partes de los ciudadanos de EU son profundamente escépticos de las declaraciones oficiales de la Casa Blanca.
jue 10 agosto 2017 06:42 AM
Donald Trump
Donald Trump El presidente de EU está descubriendo que hay consecuencias: cada palabra se cita y se analiza, dice especialista. (Foto: NICHOLAS KAMM/AFP)

La desconfianza generalizada hacia la Casa Blanca, como muestra en una nueva encuesta de CNN, no es solo un signo de la debilidad del presidente estadounidense, Donald Trump, también es una señal de la fuerza de los medios de noticias del país.

Todas las portadas con verificaciones de hechos, los artículos sobre las mentiras y falsedades de Trump, y todos los segmentos sobre la crisis de credibilidad de la Casa Blanca no han pasado inadvertidos.

Por el contrario, el público está prestando mucha atención.

Según la encuesta de CNN, realizada por la firma de investigación SSRS, solo 24% de los estadounidenses dicen confiar en la totalidad o en la mayor parte de lo que escuchan de la Casa Blanca.

Eso significa que alrededor de tres cuartas partes de los estadounidenses son profundamente escépticos de las declaraciones oficiales de la Casa Blanca.

Sorprende el resultado asimétrico. El presidente Trump tiene una tasa de aprobación del 38%, según la encuesta, por lo que esto significa que incluso algunos partidarios autodeclarados de Trump no confían en lo que dice la Casa Blanca.

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Al pedir su interpretación a Angie Drobnic Holan, editora de PolitiFact, ella respondió: “Sospecho que la encuesta CNN refleja que la gente está recibiendo información sobre la exactitud de la retórica política independientemente de sus propias opiniones políticas”.

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Holan, que celebra el décimo aniversario de PolitiFact este mes, dijo que cree que la gente está “mejor informada que nunca acerca de lo que dicen los políticos y si sus declaraciones son literalmente verdaderas o no”, en parte gracias a los verificadores de hechos especializados y en parte gracias a “los periodistas políticos tradicionales que incluyen información correctiva en sus reportes con mucha más frecuencia que antes”.

Trump les ha dado muchas, muchas razones para hacerlo.

Un persistente verificador de hechos, Daniel Dale, del Toronto Star, ha contado 500 “afirmaciones falsas” del presidente en sus primeros 200 días.

Los datos de la encuesta de CNN pueden ser alentadores para algunos reporteros y editores, no porque muestren a Trump teniendo dificultades, sino porque demuestra que la verificación de hechos está siendo un factor en los juicios de las personas.

Otros factores probables de los bajos niveles de confianza incluyen los ataques continuos contra Trump por parte de demócratas e incluso críticas por parte de algunos republicanos.

“Durante décadas, Trump escapó sin consecuencias diciendo falsedades flagrantes porque nadie estaba haciendo un seguimiento”, dijo el verificador de datos del Washington Post, Glenn Kessler, a CNNMoney en un correo electrónico.

“Si engañas a la gente acerca de una venta de un departamento, o engañas a tus banqueros, nadie publica un comunicado de prensa o llama la atención sobre esas falsedades”.

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“Pero ahora que es presidente”, dijo Kessler, “Trump está descubriendo que hay consecuencias, cada palabra se cita y se analiza, y se compara con lo que dijo antes o cómo se ajusta a la realidad”.

Trump es claramente consciente de la comprobación de hechos periodísticos que enfrenta. Recientemente hizo una broma sobre intentar decir algo con precisión para que no se le calificara de Pinocho, el rubro usado por el equipo de Kessler en el Washington Post.

Los aliados del presidente en los medios de comunicación embisten contra los periodistas, entre ellos Holan, Kessler y Dale, llamándolos la autodenominada “oposición” de Trump. Pero no es así como la mayoría de los escritores y editores abordan sus trabajos. De hecho, varios periodistas prominentes expresaron tristeza, no júbilo, sobre las cifras de la encuesta.

Les preocupa que los bajos niveles de confianza hablen de una descomposición más amplia de las instituciones del país y de lo que ocurriría en una verdadera crisis, cuando las vidas de las personas están en juego y el país deba poder confiar en lo que dice la Casa Blanca.

“La gente no cree lo que sale de la Casa Blanca. Es una tragedia nacional, y él es el responsable de ello”, dijo el jefe de redacción de The Daily Beast, John Avlon, en el New Day de CNN.

Cuando estuve en el programa unos minutos más tarde, me pregunté en voz alta cómo el presidente podría hacer que su Casa Blanca sea más confiable.

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Por supuesto, la misma pregunta es hecha frecuentemente sobre la prensa. Los medios de comunicación tienen lamentables bajas puntuaciones en las encuestas sobre confianza.

Pero ciertos medios se benefician mejor que la prensa en su conjunto. Y los datos de audiencia y lectores indican que la mayoría de los estadounidenses están tan comprometidos como siempre, y en algunos casos, más que nunca.

Incluso si los lectores revisan las verificaciones de hechos con un intenso escrutinio, la información parece estar llegando a su destino; lo cual no es algo que deba darse por sentado.

Trump calumnia a las noticias reales como “falsas” casi diariamente. Rara vez deja pasar la oportunidad de desacreditar y menospreciar a los medios que escudriñan su gobierno, mientras que apoya a los medios que son consistentemente amistosos.

El martes por la tarde instó a sus seguidores a no creer en las “falsas encuestas de ocultación de noticias”, probablemente refiriéndose a CNN, entre otros.

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Llamar “falsas” a encuestas reales y con bases estadísticas es otro ejemplo de una falsedad presidencial.

Holan dijo que la verificación de datos hecha por periodistas ayuda a que las declaraciones incorrectas no sean pasadas por alto. Sin embargo, advirtió que “la precisión literal no siempre es la prioridad número uno para los votantes”.

“Tengo la sensación de que los valores pueden ser más importantes, o la actitud de liderazgo es más importante”, dijo Holan. "A veces recibo correos electrónicos de lectores diciendo que saben que lo que el presidente Trump dijo no era literalmente cierto, pero aun así piensan que tenía un argumento más grande con el que estaban de acuerdo”.

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