Las 'barreras culturales' frenan el arranque de las nuevas plantas armadoras
Tras la llegada de seis nuevas plantas armadoras a México, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) proyectó que la producción llegaría a 5.2 millones de unidades en 2020. Sin embargo, esta cifra podría ser inferior tras las dificultades que algunas de las nuevas plantas han tenido para alcanzar su máxima capacidad.
“El problema que vemos es cultural. Las empresas que llegaron a México sin el apoyo de un socio —como lo hizo Audi con Volkswagen o Daimler con Nissan—, han tenido diversos problemas para encontrar proveedores, ubicar talento o contar con la infraestructura necesaria para arrancar operaciones", dijo Guido Vildozo, analista del sector automotriz de la consultora IHS.
Vildozo citó el caso de las plantas de Mazda y Kia. La primera hizo algunos ajustes y paros de línea, para compensar los vacíos que existían, tanto a nivel operativo (comunicación entre operadores, gerentes y directivos), como de proveeduría. Kia, por su parte, enfrenta algunos problemas de infraestructura que podrían encarecer los costos productivos en los primeros meses de operación.
Lee: Cinco proveedores de Ford llegan al país tras la nueva planta de San Luis Potosí
"El problema no fue montar las plantas, -tanto Mazda como Kia terminaron la construcción de sus complejos en el tiempo previsto-, sino operarlas. Es ahí donde se están dando los cuellos de botella, en el día a día”, añadió Vildozo durante su intervención en el XIV Congreso Internacional de la Industria Automotriz en México.
Hacia 2020 arrancarán operaciones las plantas de Toyota, BMW, Ford, Audi, Nissan—Daimler y Kia. "Almenos tres de estas podrían reportar algunos contratiempos en el arranque, debido a temas culturales", previo Vildozo.
Debido a esto, dijo el analista, las plantas tardarán más tiempo de lo previsto en alcanzar su capacidad máxima de producción. "Por ello, redujimos nuestro pronóstico de producción para México de 5.2 a 4.8 millones para 2020".
"(Los asiáticos, japoneses y coreanos) son muy cautelosos a opiniones externas, por lo que hacer la transferencia cultural será un reto para México, tanto para los proveedores, el gobierno y los organismos gremiales, muy acostumbrado a trabajar con el Detroit three (GM, Ford y Chrysler)”, dijo Vildozo.