Zapateros piden apoyo a la Secretaría de Economía para competir con Vietnam
Inicia la cuanta regresiva para las 11,538 empresas que producen zapatos en México: tendrán 13 años para modernizar sus fábricas, mejorar sus procesos y desarrollar nuevos productos antes de que el calzado vietnamita pueda entrar al país libre de arancel.
Vietnam es el cuarto país productor de calzado en el mundo, por detrás de China, India y Brasil. Es el sexto en manufacturas de cuero.
“Nos preocupara que, al igual que China, Vietnam cuente con algunos subsidios que le permitan ser más competitivo”, dijo Javier Plascencia, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG).
Entre los más recientes incentivos para la producción de la cadena del calzado vietnamita están la posibilidad de reducir o incluso quedar exento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), y la disminución del Impuesto Sobre la Renta por cinco años.
Vietnam es uno de los 12 países que participan en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), además de Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Canadá, México, Perú y Chile. Como parte de las negociaciones del acuerdo, el calzado vietnamita podrá comercializarse en estos países libre de arancel.
Los fabricantes de calzado que operan en Asia están abriendo plantas en Vietnam, país que se ha convertido en una plataforma atractiva para exportar a Estados Unidos zapatos libres de arancel bajo el paraguas del TPP.
Empresas de capital taiwanés establecidas en Vietnam, por ejemplo, podrán producir en Vietnam con materias primas de bajo costo provenientes de China. Actualmente –dice un estudio elaborado por el Centro de Estudios México-China y la Ciceg- 55% de los insumos que requieren estas compañías zapateras son importados de China.
Los fabricantes mexicanos de calzado temen que tras la ratificación del TPP –lo cual podría ocurrir después de la elecciones presidenciales de Estados Unidos- se repita la historia de terror que la industria vivió entre 2008 y 2014, cuando la crisis económica que estalló en Estados Unidos y el ingreso de calzado chino al país impactó en la producción nacional.
Tan sólo en 2014 ingresaron a México 60 millones de pares de zapatos chinos, equivalentes a una cuarta parte de la producción nacional.
Sobrevivieron las empresas que pudieron dar algún valor agregado al mercado, ya sea en el diseño o en la especialización de sus materiales, o en el servicio. La firma Julio de Mucha, por ejemplo, incursionó en la maquila de calzado: su planta en Guanajuato produce su marca, además de una línea de calzado para Zara y para la marca premium Alan Payne.
La industria zapatera trabaja en un programa de Competitividad de la Cadena del Calzado en México que contempla cambios tecnológicos, financiamiento, aspectos fiscales –como reembolsar en forma expedita y pronta el IVA -y aduanales, la consolidación de marcas mexicanas y el fomento a la exportación.
“Lo presentaremos a la Secretaría de Economía para ver cómo podemos coordinarnos”, dijo Plascencia en entrevista con Expansión.