El plan de Exxon para eludir un posible conflicto de interés por Rex Tillerson
ExxonMobil y Rex Tillerson han anunciado su plan para abordar las preocupaciones sobre el enorme colchón de dinero que el gigante petrolero ha prometido a su expresidente ejecutivo.
Tillerson, a quien Donald Trump ha elegido como su secretario de Estado, deberá recibir más de 2 millones de acciones de Exxon —por un valor de más de 181 millones de dólares a los precios actuales— durante la próxima década.
Para abordar los problemas éticos y legales planteados por la masiva liquidación, Exxon dijo el martes que si Tillerson es confirmado para el puesto, planea colocar el valor de las acciones que habría recibido en un fideicomiso administrado independientemente, al que no se le permitirá invertir en la compañía petrolera.
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Tillerson, de 64 años, también ha acordado con el Departamento de Estado vender las más de 600,000 acciones de Exxon que posee en este momento, dijo la compañía. Tienen un valor de más de 54 millones de dólares a precios actuales.
Richard Painter, exabogado de ética del presidente George W. Bush, dijo que las medidas parecían satisfacer las preocupaciones que él había expresado previamente sobre los lazos financieros de Tillerson con Exxon.
null“Debería convencer al presidente electo Trump de idear un acuerdo similar para deshacerse de sus propios conflictos de intereses”, dijo Painter, comparando el acuerdo de Tillerson con lo que fue hecho para el expresidente ejecutivo de Goldman Sachs, Hank Paulson, cuando se convirtió en secretario del Tesoro en 2006.
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El acuerdo de Tillerson, que Exxon dice que fue elaborado en asesoría con reguladores éticos federales, implica renunciar a varios pagos y prestaciones, de acuerdo con la declaración de la compañía.
Ya no tendrá derecho a más de 4.1 millones de dólares en bonos en efectivo que estaba programado que recibiera durante los próximos tres años, o a las prestaciones médicas, dentales y de otro tipo de Exxon. Se retiró como CEO de la compañía petrolera el sábado después de trabajar allí durante más de cuatro décadas.
Como el principal diplomático de Estados Unidos, Tillerson podría tener un tremendo impacto en los negocios de Exxon, desde las negociaciones sobre un tratado de cambio climático y las sanciones contra Rusia, hasta el acuerdo nuclear con Irán y los disturbios geopolíticos en Medio Oriente.
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Exxon dijo que si Tillerson vuelve a trabajar en la industria del petróleo y gas durante el periodo de pago de 10 años del fideicomiso, perdería los fondos.
“El dinero sería distribuido a una o más organizaciones de beneficencia involucradas en la lucha contra la pobreza o contra las enfermedades en el mundo en desarrollo”, dijo la compañía. “Ni Tillerson ni ExxonMobil tendrían ningún control sobre la selección de las organizaciones de beneficencia”.
nullPainter describió esa parte del plan como “un beneficio adicional” que hará “altamente improbable” que Tillerson regrese a la industria petrolera.
“La mayoría de los servidores públicos no tienen restricciones sobre dónde pueden trabajar después del gobierno... y debemos preocuparnos de que traten de ayudar a futuros empleadores”, dijo, señalando a funcionarios del Departamento del Tesoro que regresan a Wall Street.
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En general, el acuerdo le costaría a Tillerson unos 7 millones de dólares en compensaciones que habría recibido, dijo Exxon.
Al igual que con todos los nominados políticos que venden activos que pueden plantear conflictos de interés, a Tillerson se le permitirá diferir cualquier impuesto sobre las ganancias de capital que adeude sobre las más de 600,000 acciones Exxon que ha aceptado vender, siempre y cuando reinvierta los ingresos dentro de los siguientes 60 días en la llamada “propiedad permitida”. Esto significa, básicamente, títulos del Tesoro de Estados Unidos y fondos de inversión diversificados.
Sin embargo, no está claro de inmediato cuáles son las implicaciones fiscales para Tillerson, al ser Exxon quien acordó establecer el fideicomiso por el valor de los más de 2 millones de acciones que de otro modo habría recibido en los próximos 10 años.
Jeanne Sahadi y Chris Isidore contribuyeron a este reporte.
