Con la salida de Irene Rosenfeld de Mondelez, el club de las CEO está a la baja
Irene Rosenfeld, CEO de Mondelez, empresa que fabrica Oreo, dejará la dirección del gigante de los snacks en noviembre. Actualmente es una de las 32 mujeres que encabeza una empresa en la lista de Fortune 500.
Y cuando se retire, las filas de las directoras disminuirán.
Rosenfeld será sucedida por Dirk Van de Put, presidente y CEO de McCain Foods, una compañía canadiense conocida principalmente por sus papas fritas congeladas.
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Rosenfeld seguirá siendo presidenta de Mondelez hasta marzo.
Rosenfeld, junto con la CEO de General Motors, Mary Barra; la CEO de Pepsi, Indra Nooyi; la CEO de IBM, Ginny Rometty, y la CEO de HP, Meg Whitman, han estado entre las ejecutivas más destacadas de la década pasada.
Rosenfeld asumió el cargo de directora ejecutiva de Kraft, que en ese momento era propietario de Mondelez. Kraft se dividió en dos compañías en 2012 y Rosenfeld se quedó con Mondelez.
Como CEO de Mondelez, Rosenfeld tuvo que defenderse de las críticas de los accionistas Bill Ackman y Nelson Peltz, quienes sentían que Rosenfeld no estaba haciendo lo suficiente para combatir las bajas ventas.
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Posteriormente, Kraft se fusionó con el rey de la catsup Heinz, que ahora está controlado por Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, y la firma de capital privado 3G Capital.
Incluso hubo rumores en Wall Street a finales del año pasado de que Kraft Heinz querría comprar Mondelez. El rumor vino después de que Mondelez intentó (y falló) comprar al icónico confitero Hershey.
Así que será interesante ver lo que sucede después para Mondelez bajo el mando de Van de Put.
Las acciones de Mondelez han quedado rezagadas en el mercado más amplio durante el mandato de Rosenfeld, sumándose a la presión de hacer algo dramático para aumentar las ganancias.
