Los empresarios mexicanos, listos para dejar el TLCAN
El empresariado mexicano apoya tomar una posición dura en las negociaciones que se llevan a cabo para revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). De ser necesario, incluso está a favor de levantarse de la mesa de negociación.
"Existe una posibilidad de que nos levantemos de la mesa. ¿Cuáles pueden ser las causas? Pues que no podamos cumplir con lo que los socios nos pidan, con circunstancias que ya no estén con la realidad de México", dijo Juan Pablo Castañon, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en una rueda de prensa este martes, posterior a la presentación de la agenda del gremio para 2018.
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El país cuenta con alternativas para sobrevivir al rompimiento del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, en el caso de que no se llegue a un entendimiento con condiciones que satisfagan al gobierno mexicano, agregaron los representantes empresariales.
"Apoyamos una posición dura de nuestro gobierno", comentó Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), durante la misma conferencia. "Preferimos una salida digna del CNA, y aguantar dos años y medio con las reglas de la OMC (Organización Mundial de Comercio), para esperar al siguiente presidente de Estados Unidos y de Canadá y llegar a un nuevo acuerdo, que hacer un mal acuerdo que nos marcaría por los próximos 25 años".
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La primera "agresión" se dio en la última mesa de negociación —la tercera de siete planeadas—, en los acercamientos sobre los sectores agropecuario y textil, destacaron. De momento los líderes empresariales aconsejan avanzar en los demás temas, dejando claro que hay más de un plan B para México, como abrirse más hacia Sudamérica, Europa y China.
Fiscalización sospechosa
Por otro lado, el líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, acusó que ha habido una persecución fiscal contra ciudadanos y organizaciones que han expresado ideas críticas contra el actual gobierno, lo que significa un retroceso en las libertades de los ciudadanos.
"Existe una extraña coincidencia de que activistas sociales y organizaciones de la sociedad civil hayan sido recurrentemente sujetos a actos de fiscalización, que en una vision probabilística habría una posibilidad de una en un millón de que sucedieran esos actos de fiscalización recurrentes", dijo el líder patronal. De Hoyos pidió que se detengan estos comportamientos, así como el espionaje, para evitar un retroceso hacia actitudes autoritarias.
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