Comida rápida, pero extravagante y cara

La pizza más cara del mundo no lleva ni champiñones ni pepperoni, lleva en cambio cinco variedades de caviar, incluyendo el Sevruga –caviar negro ruso- así como una cola de langosta finamente cortada, crema fraiche y cebollinos.

Nino Selimaj, dueño del restaurante italiano homónimo, empezó a ofrecer a sus comensales este trozo de paraíso hace seis meses, desde entonces ha vendido varias pizzas de precio exorbitante en su establecimiento, ubicado en el lado este de Nueva York. Asegúrate de reservar con antelación si quieres probarla.

www.ninospositano.com

De todos los macarrones con queso del mercado, los que sirve el restaurante Mélisse de Los Angeles son los más caros. La razón es el chef Josiah Citrin, quien no escatima las cantidades de trufas blancas sobre la pasta tagliatelle, cubiertas con queso parmesano y espuma de mantequilla de trufa.

Esta versión glorificada del plato que tanto gusta a los niños no puede encontrarse en ningún menú infantil, ni en ningún otro restaurante que prepare macarrones. El Mélisse sólo lo sirve durante la temporada de trufas blancas, en los meses de octubre a diciembre.

www.melisse.com

Quienes desean impresionar en su primera cita o los adolescentes adinerados que buscan algo especial encontrarán oro, literalmente, en el legendario salón Serendipity 3 de Nueva York, lugar favorito de las estrellas. El sundae Golden Opulence de la casa está cubierto por una hoja de 23 quilates de oro comestible, y sabe a gloria gracias al helado de vainilla de Tahití impregnado con granos de vainilla de Madagascar y trozos de chocolate Chuao de Venezuela, una rara variedad. 

En lugar del jarabe típico de Hershey y la cereza en la cima, este helado está bañado con uno de los chocolates más caros del mundo: el Amedei Porcelana. Está adornado con fruta confitada, almendras cubiertas de oro, trufas de chocolate y cerezas forradas de mazapán.

El platillo también incluye una porción de caviar dulce servido en una cuchara de madreperla y una flor de azúcar. Todo se ve tan bien como sabe, colocado en una copa de cristal Baccarat (que puedes llevarte a casa) con una cuchara de oro de 18 quilates (no incluida en el precio).

www.serendipity3.com

Es sabido que en Filadelfia se encuentran los mejores cheesesteak, pero hay un nuevo favorito en las ligas locales: el bocadillo Philly de la casa Barclay Prime. La exclusiva versión del clásico sándwich lleva carne de aguja picada de primera calidad acompañada de langosta a la mantequilla con trufas negras.

En cuanto al queso, se trata de un Taleggio fundido importado desde Italia, muy distinto del queso provolone normal. El bocadillo está hecho de pan brioche casero con un toque de mostaza artesanal, y se sirve con una pequeña botella de champaña Veuve Clicquot.

www.barclayprime.com

El famoso chef  Daniel Bouloud le dio un extravagante giro francés a esta típica comida americana y, además, le centuplicó el precio. Su versión de la clásica hamburguesa de carne de res está rellena de costillar (sin hueso) al vino tinto, foie gras, una mezcla de hortalizas de raíz y trufas negras. En lugar de salsa ketchup, déjate seducir por la doble porción de trufas frescas.

La hamburguesa, si es que podemos llamarla así, se sirve sobre un pan hecho a mano, tostado con parmesano y semillas de amapola con un toque de rábanos frescos, confitura de tomate asado, cebollas rojas y lechuga rayada. Desde luego, viene acompañada por papas francesas o, si lo prefieres, suflé de manzana.

La Royale sólo se prepara en el restaurante DB Bistro Moderne de la ciudad de Nueva York y en el Daniel Boulud Brasserie de Las Vegas durante la temporada de trufas negras, que inicia a finales de diciembre y termina en marzo.

http://www.danielnyc.com