El Código de Barras y sus 25 años
GS1 México y laas empresas mexicanas conmemoran el 25 aniversario de la llegada del código de Barras a territorio nacional, el cual se ha convertido en un icono comercial y sinónimo de orden, eficiencia, productividad, confiabilidad y ahorro para cada eslabón de la cadena de suministro, así como la llave de acceso de las compañías al mercado formal y nuevas latitudes comerciales. "Hoy celebramos un cuarto de siglo de una herramienta que revolucionó la manera de hacer negocios entre clientes y proveedores, cambió la forma de realizar diversos procesos comerciales, continua facilitando la comunicación y se ha convertido en el pilar del comercio formal nacional",, dijo Miguel Ángel Peralta, Director General de GS1 México.
El Código de Barras se ha convertido en parte fundamental de la historia del comercio en México, así como un elemento distintivo y de calidad en el empaque y estética de los productos, por lo cual al realizar una retrospectiva de las transacciones comerciales antes de la llegada de la herramienta a nuestro país, hace valorar de manera importante las eficiencias, beneficios y productividad que ha generado su implementación masiva en diversos jugadores del ciclo comercial.
1986: Inicia la historia entre líneas
El Código de Barras o Código de Producto como también se le conoce, es una tecnología que viene de finales de los años 50´s. En Estados Unidos habían empezado a surgir diferentes necesidades para capturar datos de manera automática, pero fue hasta 1972 cuando esta herramienta se lleva a los supermercados con la finalidad de tener un mayor control de la información y conocer el desplazamiento de los productos. Paralelamente en Europa, también establecían el Código de Barras para la identificación de artículos y transacciones comerciales.
Respecto a su implementación en México, anteriormente las cadenas detallistas para realizar sus inventarios tenían que cerrar la tienda por más de dos días, las filas en las cajas a la hora de pagar eran interminables y generaban malestar en los clientes, además de que los cajeros tenían que teclear el número del producto, unidad por unidad, con la posibilidad cometer errores y cobrar otros artículos.
Ante esta problemática, en 1986 un grupo de 18 empresarios (9 cadenas y 9 fabricantes), bajo la iniciativa de Henry Davis, entonces Director General del Grupo Aurrerá, se reúnen con la finalidad de establecer el Código de Barras en México. Es así como nace la Asociación Mexicana del Código de Producto (AMECOP), como organismo empresarial sin fines de lucro, donde participan la industria y el comercio privado con la finalidad de implementar la herramienta en sus productos y solucionar dos problemáticas fundamentales: Disminuir el tiempo en las cajas registradoras y dejar de etiquetar los artículos de manera individual en el punto de venta.
El primer producto con Código de Barras en México fue un jabón llamado Don Máximo y a pesar de que había un crecimiento importante entre 300 y 400 asociados de AMECOP a cuatro años de su fundación, la masificación de la herramienta se detuvo entre los fabricantes al no contar con ningún establecimiento o tienda que leyera dichos Códigos.
El futuro del Código de Barras
Posteriormente, al identificar nuevas herramientas de negocio para las empresas como el Intercambio Electrónico de Datos (EDI), AMECOP se transforma en 1997 en la Asociación Mexicana de Estándares de Comercio Electrónico (AMECE) y fortalece su oferta de productos y servicios al incluir herramientas como el Catálogo Electrónico de Productos y Comunicaciones Electrónicas como el Aviso de Embarque, Orden de Compra, Aviso de Recepción de Mercancía y la Factura Electrónica, entre otros. En 2010 AMECE evoluciona a GS1 México con el respaldo de GS1 Global, organismo con presencia en más de 145 países y más de 2 millones de empresas usuarias.
GS1 México, como organismo encargado de asegurar la integridad del Sistema de Identificación del país, asigna a las empresas el Código de Barras de manera estándar para identificar un producto de manera única e inequívoca en México, Sudáfrica, China, España, Brasil o en cualquier parte del mundo.
"Hoy estamos en un momento en el que el Código de Barras no es sólo parte de la vida de las empresas, sino de la vida de cualquier consumidor. Se usa en muchas aplicaciones como en credenciales de acceso a oficinas, declaraciones de impuestos, recetas médicas, facturas electrónicas, entre otras, convirtiéndose en un ícono de la cultura moderna. En los próximos años lo seguiremos viendo como una pieza fundamental al seguir siendo la huella digital del producto y con su proyección al Comercio Móvil, podremos escanear los códigos del producto tradicionales y bidimensionales con el celular y dispositivos móviles", dijo Miguel Ángel Peralta.
Utilizar de manera adecuada el Código de Barras genera eficiencias logísticas; disminuye tiempos de operación; permite dar seguimiento de pedidos, entrega y recepción de mercancía; menor índice en merma de producto; así como un rastreo seguro de los artículos que se comercializan. Además, el Código de Producto es la base para otros modelos de negocio como Trazabilidad y Recibo Único de Pagos, soluciones que estarán marcando la pauta en los próximos años para beneficio de las empresa y el consumidor, así como su difusión e implementación en otros sectores como Militar, Cuidado de la Salud, Farmacéutico, Aeroespacial, Automotriz, entre otros.
Más noticias de Manufactura