La 'Iniciativa Mérida' es un papelito insuficiente: Rosario Green
México necesita un compromiso real del gobierno estadounidense para combatir el tráfico de armas y drogas, y no solo "un papelito" como la Iniciativa Mérida, aseguró a CNNMéxico la exsenadora mexicana y exsecretaria de Relaciones Exteriores Rosario Green.
"Estados Unidos pichicateó (regateó) su asistencia a México, la redujo a 1,400 millones de dólares, que perdóneme, están en cualquier proyecto del gobierno mexicano, que se pueden usar en hacer lo que no ha logrado hacer la Iniciativa Mérida", dijo la expresidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Senado de la República.
La Iniciativa Mérida, un plan bilateral que firmaron el presidente Felipe Calderón y el mandatario estadounidense George W. Bush en 2008, pretende desarticular los cárteles de la droga, fortalecer las instituciones mexicanas encargadas de aplicar la ley y mejorar la seguridad fronteriza.
Desde 2008 y hasta julio de 2012, el Congreso de Estados Unidos había destinado a ese programa unos 1,900 millones de dólares, para ofrecer a México asistencia y equipo, como helicópteros Black Hawk y Bell 412, de acuerdo con un reporte del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. El mismo texto indicó que, según autoridades mexicanas, por cada dólar que gasta Estados Unidos, México ha contribuido con 13 dólares para lograr objetivos comunes de la iniciativa.
En la edición 2011 de la Estrategia Nacional de Control de Drogas, la Casa Blanca indicó que enfocaría la Iniciativa Mérida en la capacitación y coordinación de operaciones con dependencias , en lugar de otorgar prioridad a la entrega de equipos.
Para la exembajadora de México en Alemania y Argentina, el presidente Calderón "perdió estatura" en el momento en que decidió "extender la mano" hacia Estados Unidos, para pedir helicópteros, aviones caza y dinero, para enfrentar el crimen organizado.
"Lo que ha sido realmente lamentable es la sumisión frente a Estados Unidos. Me imagino que desde el principio Estados Unidos entendió que México era su, si no su lacayo, pues era su condicionado, su sumiso", dijo Green.
"(Calderón) no se planteó frente a Estados Unidos diciéndole 'perdóname, este es un problema que tenemos que resolver entre nosotros dos, es más, tienes que incluir a Centroamérica, y vamos a sellar la frontera arriba, y la frontera abajo, y quiero inteligencia, y voy a poner yo también dinero, y los centroamericanos también van a poner su dinero, porque nos interesa a todos", agregó.
Desde el punto de vista de la exsenadora, Calderón debió ponerse a la misma altura de Bush y Obama para pedir que Estados Unidos asuma un compromiso real ante el narcotráfico y el tráfico de armas, porque ese país tiene satélites que le permiten saber dónde están "los malos" y la droga.
"Tendrían que haber encontrado un gigante en el presidente mexicano, un gigante exigente, dispuesto a colaborar, eso sí, siempre, pero un gigante", dijo Green.
La exsenadora fue canciller de 1998 y 2000, poco después de la creación del Grupo de Contacto de Alto Nivel (GCAN) para favorecer la comunicación y coordinación antidrogas entre México y Estados Unidos. Por aquella época, el director de la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Thomas Constantine, se refirió a México como "un paraíso" de lavado de dinero para los cárteles de la droga. Dicho periodo fue el último de los priistas para dar paso a los 12 años del Partido de Acción Nacional (PAN).
El porqué de 'Rápido y Furioso'
"Los estadounidenses no nos respetan", dijo la ex subsecretaria adjunta para asuntos políticos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y una prueba de ello, detalló, es la operación Rápido y Furioso.
"Nos meten las armas, ellos, ilegalmente, en una operación encubierta. Hacen una serie de operaciones encubiertas, que lo único que logran es vulnerar nuestra independencia y nuestra soberanía", expresó.
En Rápido y Furioso, agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, permitieron el cruce ilegal de armas a México, destinadas a narcotraficantes, con el objetivo de rastrear a los vendedores y compradores.
La operación perdió la pista de más de 1,000 armas . Dos de ellas aparecieron en el lugar donde fue asesinado el agente Brian Terry, de la patrulla fronteriza en Arizona, en 2010. El caso despertó polémica tanto en México como en Estados Unidos, donde la Cámara de Representantes votó a favor de declarar en desacato al secretario de Justicia, Eric Holder , por negarse a entregar documentos relacionados con Rápido y Furioso.
"Serán seis años diferentes"
Green sostiene que el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, debe impulsar una "estrategia totalmente nueva", donde el gobierno mexicano, Estados Unidos y Centroamérica, se comprometan a cerrar las fronteras al crimen organizado y a concentrar los recursos de inteligencia para enfrentarlo, indicó.
"Peña Nieto tiene los tamaños para decir a Obama (en la elección en Estados Unidos) 'todo falló y quiero que tú cooperes, yo voy a cooperar, y los cinco países centroamericanos van a hacer exactamente la misma cosa'", dijo la embajadora a CNNMéxico.
En la nueva estrategia, según Green, será necesario utilizar la violencia, "pero no se trata nada más de pistolas y cañones, se trata sobre todo de inteligencia". Peña Nieto "tiene el tema Estados Unidos como un punto central en su agenda", así que se enfocará en temas como la situación de los trabajadores migratorios, la competitividad, y el comercio.
Durante la campaña presidencial, Peña Nieto estableció como propuesta de política exterior trabajar con el gobierno estadounidense para impulsar una reforma migratoria integral, "que siente las bases para la regularización de los connacionales indocumentados".
"Serán seis años diferentes y no hay para atrás. México ya no es el mismo", dijo Green respecto al regreso del PRI al poder.
Obama nos conoce
Para la embajadora, un triunfo de Barack Obama y el Partido Demócrata en las elecciones del 6 de noviembre en EU permitiría continuar con el esfuerzo contra el crimen organizado en ambos países, aunque sería necesario dar un "énfasis distinto" a la estrategia. "Su equipo ha logrado algunos éxitos y conoce dónde están los puntos débiles y dónde están las fortalezas", aseguró.
Otra ventaja de una probable victoria de Obama sería el hecho de que los mexicanos tendrían más que exigir en cuanto a la reforma migratoria, "gran oferta para el voto latino".
Respecto a los republicanos, destaca su "tradicional oposición" a la migración y considera que a Romney también le interesaría un vecino en paz.
Según una encuesta de CNN/ORC, después de la Convención Republicana el candidato Mitt Romney ganó puntos en las preferencias, para empatar en 48% con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que aceptó el 6 de septiembre la nominación de su partido para buscar la reelección.
Sin transparencia
El último capítulo de la relación México-EU ocurrió el 24 de agosto, cuando agentes de la Policía Federal mexicana dispararon contra un vehículo con placas diplomáticas en el estado de Morelos, por lo que resultaron heridos dos ciudadanos estadounidenses y un marino de México.
En un inicio, prevaleció el hermetismo de las autoridades mexicanas. Cinco días después del ataque, el presidente Felipe Calderón se disculpó ante el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, y dijo que se esclarecería lo ocurrido.
Las instancias de justicia anunciaron el arraigo de 12 policías federales, que supuestamente participaron en el ataque. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) indicó que los elementos involucrados investigaban un secuestro. La Marina informó que los dos estadounidenses se encontraban en "calidad de visita" de cursos de adiestramiento.
"Creo que (el caso) ha sido muy mal manejado por el gobierno de México, porque no ha transparentado la información", dijo la exsenadora Green. "A mí me gustaría que me dijeran por qué (ocurrió), porque eso de la confusión es muy difícil tragárselo, y porque esto otro de que eran parte de fuerzas de seguridad, no nos han dicho quiénes eran, a final de cuentas", agregó.
La excanciller dijo que lo ocurrido en Morelos también pone a discusión el tema de las "operaciones encubiertas" que realizarían corporaciones estadounidenses en México, como la CIA o el FBI, o incluso la ATF, con Rápido y Furioso.