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La presidenta municipal de Monterrey "entrega" la ciudad a Dios

Margarita Alicia Arellanes dijo durante un evento que Dios está detrás de los cambios recientes en la ciudad del norte del país
lun 10 junio 2013 11:47 AM

La presidenta municipal de Monterrey, Margarita Alicia Arellanes Cervantes, del Partido Acción Nacional (PAN), “entregó” la ciudad a Dios, a quien pidió “que entre en esa ciudad y la haga su habitación”.

Arellanes Cervantes participó el pasado sábado en la clausura del evento religioso Ora Monterrey, organizado por las Alianzas de Pastores de la ciudad, y aunque no hay información sobre sus actividades de ese día en el sitio de internet del ayuntamiento, en redes sociales se dio a conocer un video donde se muestra parte de su discurso.

La alcaldesa primero lee un fragmento de un pasaje de la biblia y luego afirma que “Dios quiere corazones valientes, que no se avergüencen ni lo oculten, si no que lo honren en la palabra”.

Arellanes Cervantes, que es alcaldesa de Monterrey desde octubre pasado, critica entonces a quienes se escandalizan si se habla de Dios públicamente y los calificó de intolerantes, pero según ella, si toleran y callan “ante el odio y el mal” y “se vuelven pasivos sin proponer y construir un mejor país”.

“Vivimos en una nación que canta día a día que el destino de los mexicanos por el dedo de Dios se escribió, pero al mismo tiempo lo confinamos a actuar en secreto, ignorándolo casi en todas las demás esferas de una sociedad”, dijo la alcaldesa.

Según Arellanes, una sociedad sin Dios solo puede aspirar a “dolor, pobreza, violencia y el resquebrajamiento moral”, y recordó que en la propia acta de la fundación de Monterrey dice que “en el nombre de Dios todopoderoso” nació la ciudad del norte del país.

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Luego, entregó la ciudad a Dios: “Yo, Margarita Alicia Arellanes Cervantes, entrego la ciudad de Monterrey, Nuevo León, a nuestro señor Jesucristo, para que su reino de paz y bendición sea establecido. Abro las puertas de este municipio a Dios como la máxima autoridad. Reconozco que sin su presencia y su ayuda no podemos tener éxito real”, dijo.

“Humildemente le pido a Dios, ante esta comunidad como testigos que entre en esta ciudad y la haga su habitación, y que el señor habite en los corazones de cada uno de los regiomontanos”, agregó.

Luego, dos niños recibieron un documento enmarcado como símbolo de la entrega de la ciudad a Dios.

Este lunes, en conferencia de prensa, la alcaldesa aclaró que “entregó la ciudad a Jesucristo a título personal”,  no como funcionaria del ayuntamiento.

“Sí, dije que entregaba la ciudad, bueno eso lo puede señalar cualquiera, creo que todos queremos que el lugar donde vivimos y nuestra familias sea un lugar de principios y valores para nuestras familias”, añadió Arellanes.

 “Si en algún momento alguien se ha sentido lastimado u ofendido (por mis declaraciones), en ningún momento ha sido mi intención, por el contrario asumo la responsabilidad de gobernar para todos”.

El artículo 40 de la Constitución establece el carácter laico de la República, mientras que el artículo 130 de la Constitución establece la separación de la Iglesia y el Estado. Entre otras disposiciones, dicho artículo establece que las autoridades no intervendrán en la vida interna de asociaciones religiosas y que no se podrán celebrar en templos reuniones de carácter político.

Arellanes Cervantes elogió lo realizado por su gobierno en los últimos meses, y dijo que los cambios en la ciudad son debido a que “le hemos abierto las puertas a Dios”.

El caso de Arellanes Cervantes no es el único en meses recientes. En septiembre pasado, el alcalde priista Enrique Pelayo Torres, de Ensenada, entregó las llaves de la ciudad a Jesucristo. El priista César Garza, alcalde de Guadalupe, Nuevo León, lo hizo en diciembre de 2012 con un discurso similar al de Arellanes, mientras que el panista Rodolfo Ambriz Oviedo, hizo lo propio en Benito Juárez, Nuevo León.

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