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El aumento de la Enfermedad Renal Crónica prende las alarmas en México

Cada año, el número de enfermos crece alrededor de 4.8%, sin que el país se esté buscando cómo evitarlo o se esté preparando para enfrentar el problema, advierten especialistas.
mar 25 octubre 2016 06:00 AM
De qué morimos
De qué morimos La disminución del funcionamiento de los riñones está entre las primeras 12 causas de muerte en el país. (Foto: HYWARDS/Getty Images/iStockphoto)

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) se caracteriza por la disminución progresiva e irreversible del funcionamiento de los riñones. Es un padecimiento que se manifiesta en los pacientes de manera silenciosa y de ese mismo modo, sin hacer ruido, ha ido creciendo en el país hasta colocarse entre las primeras causas de muerte para los mexicanos.

El crecimiento anual de la ERC, según el Estudio Global de Carga de la Enfermedad 2015, alcanza 4.8%. Se trata de la tasa más alta de todo el mundo, una circunstancia a la que ha contribuido la presencia cada vez mayor de males como la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial, explica el médico Héctor Lamadrid, director de Salud y Género del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Tales cifras prenden las alarmas entre las autoridades de salud y especialistas mexicanos, quienes ven cómo el país no ha tomado medidas para evitar la situación ni se está preparando para poder enfrentarla.

Ricardo Correa, director de Nefrología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, menciona como ejemplo que México está lejos de lograr la cobertura universal en esta enfermedad y todavía tiene un número "modesto" de trasplantes.

A esto se suma que los costos del tratamiento ascienden a entre 8,000 y 20,000 pesos al mes, que no se realiza suficiente investigación en la materia y que hay pocos nefrólogos.

“Para poder incrementar la investigación requerimos más recursos económicos y más recursos humanos, y todo esto engranarlo con un plan nacional (...) México es un país que no tiene muchos nefrólogos. Somos alrededor de un millar de nefrólogos autorizados por nuestro consejo, que tienen la certificación requerida por ley. Hay esfuerzos en las sedes para tener más nefrólogos, sin duda han venido creciendo, pero el déficit es enorme”, dice.

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Tan sólo en 2014, la ERC provocó un total de 12,788 defunciones en todo el país, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El peso de la diabetes

Entre todos los factores que inciden en el crecimiento de la ERC, los expertos coinciden en que la diabetes es uno de los más relevantes.

Los médicos consultados refieren que, de todos los diabéticos que hay en el país, apenas 25% está óptimamente controlado.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Enasut) de 2012, en México había 6.4 millones de personas con diabetes.

Tratamiento costoso
Las terapias de diálisis y hemodiálisis a las que se someten los pacientes de esta enfermedad tienen costos que oscilan entre los 8,000 y los 20,000 pesos mensuales.

Prevención, factor clave

Los expertos advierten que, por lo general, la ERC no genera síntomas en sus primeras etapas. Esto dificulta su detección, pero si se atienden otros factores de riesgo, una persona puede evitar el avance del padecimiento y aumentar su esperanza y calidad de vida.

La enfermedad comprende cinco estadios. En los primeros dos, un paciente que reciba tratamiento puede aspirar a vivir con normalidad. Sin embargo, ya para los dos siguientes la meta es frenar la progresión hasta el quinto estadio, en el cual la función renal ya debe ser sustituida con diálisis o un trasplante.

Y en vista de lo costosa que puede resultar una diálisis o de lo tardado e infructuoso que puede ser esperar un donante, los especialistas insisten en la importancia de que las personas se mantengan al tanto de su estado de salud.

“Una persona en México que tenga hipertensión arterial, diabetes e, incluso, una persona de edad media con sobrepeso debe acudir a vigilancia para practicar un escrutinio de factores de riesgo tempranos", recomienda Correa.

“Cuando el paciente tiene hinchazón o edema, cuando el paciente está anémico, si bien hay cosas que hacer (...) tenemos que reconocer que en esa fase ya estamos muy avanzados y con frecuencia no podemos ser tan eficientes en retrasar la enfermedad”, concluye el médico.

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