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El día que los medios mexicanos dijeron: "Basta ya"... ¿y ahora qué hacemos?

Organizaciones periodísticas debatirán en los próximos días sobre medidas de seguridad para enfrentar la violencia que sufren los comunicadores en el país.
mié 24 mayo 2017 04:55 PM
Luto
Luto El asesinato del periodista Javier Valdez desencadenó una ola para exigir justicia y reclamar mejores condiciones de seguridad para el gremio.

Dentro de seis días se cumplen 33 años del asesinato de Manuel Buendía, considerado en aquel entonces como el mejor columnista del país. La casualidad ha querido que justamente hoy, en vísperas de ese aniversario, los medios mexicanos realizaran un hecho inédito en la historia moderna del periodismo mexicano.

Más de 30 organizaciones periodísticas publicaron este miércoles un desplegado para denunciar “la ofensiva asesina que han padecido” los periodistas en los últimos meses . Siete informadores han sido asesinados en lo que va del 2017... y ya van más de 100 desde el año 2000, según la fúnebre contabilidad de organismos independientes como Artículo 19.

El asesinato del periodista y escritor Javier Valdez el pasado 15 de mayo en Culiacán, desencadenó una ola de protestas y manifestaciones de grupos de periodistas en diversos puntos del país para condenar la ejecución y exigir al gobierno esclarecer el crimen.

"La muerte de Valdez fue la gota de derramó el vaso, el punto de quiebre de una indignación acumulada", dijo en entrevista Esteban Román Alonso, subdirector de Opinión de El Universal, uno de los medios que firmaron el desplegado de este miércoles.

"La idea del gremio surge apartir de la conversación con colegas periodistas, no hay protagonismos, el mérito es de todos", señaló Román Alonso, quien detalló que no querían dejar pasar más tiempo, ante la coyuntura, pues temían que se diluyera la indignación por la muerte, no sólo de Valdez sino de todos los demás comunicadores, pues "ninguna vida es más importante que otra".

Para apoyar el desplegado, se extendió una invitación general a todos los medios; el llamado fue de voz en voz, se convocó al gremio para unirse en una situación de violencia que vive actualmente el ejercicio periódistico. La noche del martes se tomó la decisión de publicar el desplegado, pues ya se habían ultimado todos los detallles, y se optó porque todos los medios firmantes aparecieran en orden alfabético para evitar preferencias. Grupo Expansión, que publica diversas revistas y sitios como Expansión.mx, también firmó el desplegado.

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¿Qué hacemos?

En el documento firmado por representantes de periódicos, revistas, canales de televisión, estaciones de radio, sitios de internet y agencias de información, se indica que en los próximos días este grupo de medios "convocaremos en breve a una serie de foros en los que se acordarán las medidas para enfrentar las amenazas y ataques a la labor periodística".

Hasta esta tarde aún no existía una fecha precisa o una agenda para arrancar con los foros y encontrar nuevos mecanismos de protección y seguridad para los periodistas; se prevé que ésta o a más tardar la siguiente semana se den más detalles sobre el curso que llevarán las siguientes acciones.

Román Alonso dijo que es posible que cada medio presente sus ideas para la protección de los comunicadores y a partir de ahí se trabaje en un frente único para que puedan ser replicadas en las diversas redacciones de los diferentes medios en todo el país.

México es considerado uno de los países más letales para los periodistas por organizaciones como Reporteros sin Fronteras y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), y la gran mayoría de los comunicadores han sido asesinados en estados como Veracruz, Chihuahua y Tamaulipas.

Manuel Buendía dijo alguna vez: “En los estados, donde los estrechísimos círculos del poder local acogotan la economía de los editores combativos y pretenden lastrar el desempeño de los escritores comprometidos, el ejercicio del periodismo reclama una entereza excepcional. Aquí en la Ciudad de México, donde las dicotomías del sistema se dan tan próximas a nosotros, de algún modo podemos arreglárnoslas para que los rayos no caigan precisamente sobre nuestro propio paraguas. Allá, donde las pequeñas comunidades de colegas pueden ser sometidas con relativa facilidad por el puño del cacique regional, el grito de un reportero que ha recibido una paliza apenas se escucha afuera de sus propios dientes… si es que le quedan”.

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