Baterías, el problema del Dreamliner 787
Las autoridades estadounidenses inmovilizaron la aeronave 787 Dreamliner de Boeing porque las baterías del avión al parecer presentan fallas en el funcionamiento. Pero ¿cuál es el problema, se puede arreglar?
Para reducir el peso en el avión, Boeing se basó en gran medida en baterías de iones de litio, el mismo tipo encontrado en los teléfonos móviles y ordenadores portátiles.
Aunque estas baterías pueden producir una gran cantidad de energía para su peso, también son propensas a los problemas. Fueron estas mismas baterías las que hace unos años se sobrecalentaban e incendiaban en las laptops y, más recientemente, eran sospechosas de provocar incendios en automóviles eléctricos.
Cómo funcionan: Los iones de litio obtienen la energía de los electrodos de la batería, según explica Donald Sadoway, profesor de química de materiales en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Esto la distingue de otros tipos de baterías comúnmente utilizadas en la electrónica, que utilizan una combinación de níquel y cadmio o plomo y ácido, entre otras cosas.
Por qué son mejores: El litio es el más liviano de todos los metales, por lo que sus iones acumulan la energía de manera más eficiente, más del doble de carga por unidad de peso que las baterías de níquel-cadmio.
Esta característica las hizo atractivas para Boeing, que los utilizó para ejecutar electrónicamente algunas de las funciones que eran previamente realizadas utilizando la hidráulica. Un avión más ligero es más eficiente en términos de combustible, y eso constituye uno de los principales argumentos de venta para el modelo 787. Otros fabricantes de aviones también han aumentado el uso de baterías de iones de litio.
Además de ser livianas y contener una mayor carga de energía, las baterías de litio también requieren menos mantenimiento. No hay necesidad de agotar completamente la batería antes de recargarla, como era el caso con las más antiguas baterías de níquel-cadmio. Además, son ambientalmente menos tóxicas al desecharse.
¿Cuál es el problema? Además de ser el metal más ligero, el litio también puede ser inestable cuando se combina con otros elementos. Debido a esta inestabilidad, las baterías son propensas a incendiarse si se sobrecargan, como ocurrió a principios de este mes con una aeronave 787 en un aeropuerto de Boston.
Para empeorar las cosas, los incendios que generan son muy difíciles de apagar. El fuego que se produjo en el caso de Boston tardó 40 minutos en extinguirse, puntualizó Cosmin Laslau, analista de energía móvil de Lux Research, una firma de consultoría e investigación centrada en las tecnologías emergentes.
"Los extintores de incendios convencionales no funcionan", dijo Laslau. "A menos que los bomberos tengan materiales especializados, posiblemente tengas que dejar que el fuego se consuma solo."
Estas baterías son también 40% más costosas que el níquel-cadmio y algunas quizás no almacenen muy bien la carga después de unos pocos años.
¿Puede solucionarse? Resolver la complicación del incendio es obviamente el principal problema. Boeing eligió un tipo de composición química especialmente peligrosa en su batería de iones de litio, una que proporciona más potencia, pero no resiste bien al sobrecalentamiento, señaló Laslau.
"Boeing tomó una decisión de diseño consciente, y ahora está pagando el precio", dijo.
Los fabricantes de automóviles han estado trabajando en el problema de la flamabilidad usando baterías de iones de litio con una composición química ligeramente diferente, explicó Laslau, una que es un poco más cara y proporciona menos energía pero es más estable. También han empleado un mejor cableado eléctrico y sistemas para administrar la batería.
Eso es lo que Boeing seguramente tendrá que hacer, concluyó.