“Mi madre todavía me quiere”: exCEO de Lehman Brothers
Es posible que, en el otoño de 2008, Dick Fuld haya sido el hombre más odiado en Estados Unidos.
Como expresidente ejecutivo de Lehman Brothers caído en desgracia , acababa de presidir la mayor quiebra en la historia de Estados Unidos. Fuld se convirtió rápidamente en el ejemplo más patético de la toma de riesgos imprudentes que alimentó la crisis de Wall Street y la Gran Recesión.
Desde la crisis financiera, Fuld había permanecido en gran medida en silencio; hasta la semana pasada, cuando decidió que era “hora de levantar (su) fea cabeza”.
“No pasa un día sin que piense en Lehman Brothers”, dijo Fuld en una conferencia en Manhattan. Fuld aludió a lo impopular que es, pero restó importancia a cuánto le afecta esa critica.
“Mi lema es: eso fue entonces, esto es ahora”, dijo. Y agregó: “Mi madre todavía me ama. Ella tiene 96 años”.
Fuld es algo así como un activo tóxico en Wall Street, no muy distinto a los que Lehman apostó y que causaron el colapso del banco. El exdirectivo no ha sido contratado por ninguna gran empresa y ha sido objeto de innumerables demandas, incluyendo un reclamo de accionistas por el que él y otros ejecutivos de Lehman pagaron 90 millones de dólares, como parte de un arreglo en 2011. El jueves, recibió modestos aplausos por parte de la multitud compuesta en su mayoría por profesionales de las finanzas.
El esfuerzo por regresar
Los comentarios de Fuld marcaron sus primeras declaraciones públicas desde que fue interrogado por los investigadores de la Comisión Investigadora de la Crisis Financiera en 2010. Después de años de silencio, está tratando de hacer algún tipo de reaparición. Aprovechó la oportunidad para alabar el trabajo de Matrix Advisors, la consultora que fundó en 2009.
Fuld, que construyó y perdió una fortuna de 1,000 millones de dólares en Wall Street, dijo que no creía que “tuviera una opción” distinta que tratar de volver a las finanzas.
Cuando el moderador le preguntó sarcásticamente por qué no simplemente se esfumó calladamente después de presidir la épica quiebra de Lehman, Fuld contestó: “¿Por qué no te vas al demonio?”.
'Tormenta perfecta'
Si fuera posible, Fuld dijo que hay muchas cosas que hubiera hecho de manera distinta durante su último año al frente de Lehman.
“Tienes que tener suficiente liquidez para capear la tormenta. Ya lo vi y lo viví”, dijo.
Durante la crisis, Lehman y otros grandes bancos se quedaron con muchos activos “ilíquidos” , es decir, que no podían comprar o vender lo suficientemente rápido como para cumplir con otras obligaciones.
“Es muy fácil mirar hacia atrás... no vi la violencia del mercado y cómo se diseminaba de una clase de activos a la otra”, dijo Fuld.
Describió una “tormenta perfecta” y un “bucle negativo que se autoreforzaba” que condujo al pánico financiero, incluyendo una explosión de deuda y productos financieros y regulación laxa.
¿La culpa es del sueño americano? Sin embargo, en muchos sentidos, Fuld sigue en negación acerca de los últimos días de Lehman, reiterando su creencia de que el banco fue víctima de fuerzas nefastas. No era una verdadera compañía en bancarrota, dijo.
“¿Tratamos de hacer todo lo que podíamos? Sí. ¿Fuimos presa de otras intenciones? Lo dejaré hasta allí”, dijo.
Como muchos, el ex jefe de Lehman cree que la crisis de 2008 fue iniciada por una confluencia de fuerzas. Fuld dijo que es importante enfocarse en la “acumulación” de la burbuja inmobiliaria, que él cree que comenzó con un impulso muy agresivo por parte del gobierno para aumentar la propiedad de vivienda.
“Ellos querían que todos cumplieran su visión del sueño americano”, dijo Fuld.
¿Acciones a menos de un dólar?
Debido a su infame papel en la crisis financiera de 2008, Fuld eligió un irónico lugar para comenzar una gira de reaparición: Una conferencia sobre lo que son esencialmente penny stocks o acciones que valen menos de un dólar.
Fuld habló -sin recibir honorarios- en la Marcum Microcap Conference, un evento anual para empresas públicas con valor de menos de 500 millones de dólares. (Marcum dijo que hizo una donación a una organización benéfica en lugar de pagarle a Fuld).
Debido a su tamaño reducido, las acciones de empresas con una microcapitalización de mercado -a veces también conocidas como penny stocks- son más volátiles que las acciones más grandes. Muchas ni siquiera presentan reportes financieros ante la Comisión de Bolsa y Valores. Eso hace que estos valores de riesgo, especialmente los más pequeños, sean vulnerables a fraudes como los esquemas de 'inflar y desechar', advierte la SEC, en los que son infladas en valor mediante ofertas y luego colapsan.
No es el primer coqueteo de Fuld con las penny stocks. Apenas en 2013, se desempeñó como consultor de GlyEco, una pequeña compañía de tecnología verde que originalmente era parte de un holding de Boys Toys, un club de streaptease de San Francisco.
No está claro si Fuld sigue relacionado con GlyEco, que no respondió a las solicitudes de comentarios de CNNMoney. Curiosamente, GlyEco es consciente de la reputación tóxica de Fuld. La empresa mencionó como un riesgo su asociación con Fuld y la “publicidad negativa” que puede conllevar, en su informe anual de 2012.