3 puntos por los que Ford y GM deben ignorar a Donald Trump
Donald Trump quiere proteger los empleos automotrices en Estados Unidos al gravar los autos y autopartes que se fabriquen en plantas mexicanas.
Dijo al reportero de CNN Chris Cuomo que la semana pasada había dicho a las automotrices que si quieren fabricar en México, donde los salarios son bajos, “tendrán que pagar un impuesto para introducir los autos a Estados Unidos, que tendrán que pagar una penalidad por ello”.
Pero la industria automotriz estadounidense está en este momento en su estado más saludable en mucho tiempo. Los tres grandes fabricantes están en sus niveles más rentables en décadas, y los trabajadores están disfrutando de enormes cheques de reparto de utilidades y empleos seguros. Iniciar una guerra comercial por los autos con México podría perjudicar a los trabajadores automotrices y a los compradores de automóviles por igual.
1. Las ventas de autos fabricados en Estados Unidos están en auge
Las ventas y la participación de mercado de General Motors, Ford y Fiat Chrysler han subido en los últimos años. Y están exportando más que nunca. Sus rivales en el extranjero, como Toyota y Honda, fabrican la mayoría de los vehículos que venden en Estados Unidos en plantas nacionales. De hecho, Honda ahora exporta más unidades desde sus complejos en Estados Unidos que los que importa.
Del mismo modo, el fabricante de automóviles alemán BMW e stá ampliando su planta de Carolina del Sur para convertirla en la más grande de la compañía a nivel mundial. Y la mayoría de los autos que se fabrican allí se venden fuera del país.
Las plantas automotrices estadounidenses exportaron 2.1 millones de autos en 2014, un récord para la industria. Y el valor de los automóviles, camiones y autopartes estadounidenses que son vendidos al exterio se ha duplicado desde 1999, llegando a casi 160,000 millones de dólares (mdd) el año pasado.
2. Las plantas automotrices estadounidenses están contratando
Las fuertes ventas nacionales y las exportaciones récord han impulsado los empleos en la industria hasta 877,000 puestos el año pasado. Eso es un aumento de más de 200,000 empleos o 32%, desde que el sector tocó fondo en 2009. El empleo ha seguido creciendo este año, al añadir otras 18,000 plazas en la industria hasta ahora.
GM, Ford y Fiat Chrysler acordaron en la última ronda de contratos de trabajo con el sindicato United Auto Workers trasladar más trabajo desde proveedores mexicanos y extranjeros de vuelta a sus plantas sindicalizadas. La contratación ha superado los objetivos establecidos en los contratos de los tres fabricantes de automóviles.
3. Una guerra comercial automotriz significa precios más altos
Incluso Trump reconoce que gravar las tarifas sobre los automóviles hechos en México podría aumentar el costo para los consumidores.
“Tal vez una persona comprará menos autos a lo largo de toda su vida. ¿A quién le importa? Tenemos que traer de vuelta nuestros puestos de trabajo”, dijo a Cuomo.
Pero ahora que los estadounidenses ya pagan precios récord por los vehículos nuevos, los precios más altos eliminarían a algunos potenciales compradores del mercado. Y las automotrices estadounidenses, que finalmente se han recuperado financieramente, se verían afectadas también.
Una de las cosas que ha hecho tan competitivos a los autos estadounidenses en su país y en el extranjero es la disponibilidad de piezas hechas en México. Encarecer las autopartes mexicanas daría una ventaja a los automóviles fabricados en Asia, no a los fabricados en Estados Unidos.
Y si los autos fabricados en Estados Unidos no pueden competir, eso pondría en riesgo los empleos estadounidenses.