OPINIÓN: Boston, el gran día que se convirtió en una gran pesadilla
Nota del editor: Dan Kennedy es profesor asistente de Periodismo en la Universidad Northeastern en Boston y autor del libro próximo a estrenarse: The Wired City: Reimagining Journalism and Civic Life in the Post-Newspaper Age (La ciudad cableada. Reconstruyendo el periodismo y la vida cívica en la era posterior a los periódicos), editado por la Universidad de Massachusetts. Escribe un blog en el sitio Media Nation.
(CNN) — Estaba revisando mi feed de Twitter el lunes cuando me encontré lo siguiente: "¡Feliz mejor día del año, #Boston!" Y así fue al menos hasta las 2:50 de la tarde, cuando las explosiones cerca de la línea de meta de la Maratón de Boston convirtieron una celebración en el escenario de una masacre.
Lo que importa ahora son las víctimas: los muertos, los heridos, sus familiares y amigos. Sin embargo, si buscas saber qué pasa en Boston en este momento terrible, te ayudará entender por qué el maratón es importante y qué lugar ocupa en la mente colectiva. Por qué era, hasta el lunes, el mejor día del año.
Para empezar, el lunes del maratón es un día festivo, el Día de los Patriotas, en el que año con año se conmemoran las batallas de Lexington y Concord. No todos tienen el día libre, pero muchos sí, como los niños, para quienes es el primer día de vacaciones de primavera. Por eso, muchas personas asisten a la maratón todos los años y por eso había tantas personas en peligro.
En una ciudad y una región que están obsesionadas con la tradición, era de esperarse que el maratón más antiguo del país coincidiera con las recreaciones patrióticas de los combates entre los colonos y los casacas rojas que tienen a la primavera floreciente como telón de fondo. Este día estuvo fresco pero soleado y, por fin, no había un montón de nieve a la vista. Es una época del año que nos da esperanza de que vendrán mejores días.
Para completar la celebración, el Día de los Patriotas indica el juego anual de las 11 de la mañana de los Red Sox en el Fenway Park, una tradición sumamente local que se diseñó para que la multitud que va al estadio no se cruce en el camino de los maratonistas. Los corredores pasan por la plaza Kenmore, a una calle del sitio en el que otros atletas considerablemente mejor pagados persiguen objetivos más sedentarios. El lunes, los Sox derrotaron 3 a 2 a las Mantarrayas de Tampa Bay. No habría mucho tiempo para celebrar. Las explosiones ocurrieron menos de una hora más tarde .
La Maratón de Boston probablemente alcanzó el mayor nivel de espectadores en la década de 1970, cuando los favoritos locales Bill Rodgers y Joan Benoit Samuelson dominaban la carrera. Actualmente, es un simple espectáculo y dudo que muchos de los espectadores puedan decir el nombre de alguno de los corredores del este de África que han ganado en los últimos años.
Para ser honesto, nunca he visto la maratón en persona, ya no digamos correrlo. Mi única intervención directa fue a principios de la década de 1990, cuando trabajé como editor del programa oficial durante varios años. No obstante, es algo de lo que todos los bostonianos nos enorgullecemos.
Más aún, casi todos tienen una relación personal con él. Todos conocemos a alguien que corre la maratón y tal vez hemos donado a la causa benéfica a la que se registraron para poder inscribirse. Cuando empezó a correr la terrible noticia, mi feed de Facebook se llenó de mensajes de conocidos que me decían que estaban bien o que preguntaban acerca de alguien más.
Desconozco los planes de seguridad que intervienen en la planeación de la Maratón de Boston, pero no se puede hacer mucho a lo largo de una ruta de 42 kilómetros que pasa por siete ciudades y pueblos además de Boston. Mientras escribía esto, se especulaba que las bombas podían haber sido colocadas en botes de basura. Eso puede resultar ser correcto o no, pero ¿pueden imaginarse revisar cada bote de basura, hueco, rincón y grieta que hay entre Hopkinton y Boston?
Tristemente, la maratón no será igual . Se incrementará la seguridad y lo que había sido una experiencia gozosa y despreocupada se transformará en algo más. "Boston es una ciudad dura y resistente", dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en sus comentarios del lunes por la noche desde la Casa Blanca. Y henos aquí. La maratón continuará. La tradición del Día de los Patriotas continuará.
Pero también podría pasar mucho tiempo, si es que ocurre, para que alguien vuelva a referirse a este como el "mejor día del año".
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Dan Kennedy.