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Lula, de mandatario elogiado a personaje investigado

El expresidente hizo brillar a la economía y la Bolsa de Brasil durante su Gobierno: Roberto Ruarte; aunque ahora el mandatario es investigado por el caso de corrupción en Petrobras.
vie 04 marzo 2016 12:55 PM
El exmandatario es sospechoso de recibir beneficios de los sobornos de la paraestatal. (Foto: Reuters)
lula da silva El exmandatario es sospechoso de recibir beneficios de los sobornos de la paraestatal. /

El país más popular de Latinoamérica, Brasil, es el mejor ejemplo de cómo se mueven los mercados financieros.

Los mercados son cíclicos y ciclotímicos y se mueven más por psicología de masas que por fundamentales. Esta psicología oscila regularmente de la euforia en los picos bursátiles a la desazón y depresión en los valles bursátiles.

En 2008, Luiz Inácio Lula da Silva, el entonces gobernante de Brasil, era considerado el líder más importante latinoamericano; aquel simple obrero que había sido ungido presidente apenas iniciado el actual nuevo milenio como sucesor de Felipe Cardozo y que fuera catalogado como el hacedor del milagro brasileño.

Todavía, en muchas memorias ha quedado una gran emoción, cuando Lula da Silva recibe los honores de presidente y agradeciendo a todo el pueblo brasileño que le haya otorgado su primer diploma. De hecho, una persona que no había terminado su universidad recibía el diploma nada menos que del presidente de la república.

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En su periodo de presidencia, Brasil fue el país de moda para invertir. Su moneda pasó de 4 reales a niveles de 1.60 reales, la economía creció fuertemente entre 2003 y 2008, su Bolsa de valores aún más y Brasil pasó a ser el centro de todas las miradas.

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En 2008, Brasil recibió de importantes calificadores y con su principal indicador: el Bovespa en 72,000 puntos, el grado de país seguro para invertir. Más aún, como reconocimiento a su fantástico crecimiento, Brasil es elegido sede del mundial 2012 y también sede de las próximas olimpiadas de 2016, es decir los dos eventos deportivos más importantes del mundo.

Brasil llegó a tener más del 50% de la capitalización de México y su índice Bovespa llegó a duplicar el valor del IPC mexicano.

En 2008, antes de la crisis, Brasil era el modelo a seguir y brillaba en todos los sectores: crecimiento económico, fortaleza de su moneda, imagen presidencial, récord de reservas internacionales. Todos amaban al gigante brasileño y su Bolsa de valores finaliza en 2008 uno de los ciclos más prósperos de su historia con nombre y apellido: Lula da Silva.

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Titulares de varios medios de prensa mundiales elogiaban el desempeño tanto de su presidente como su economía y graficaban al emblemático cristo redentor de Río como despegando al cielo tal como un cohete.

Allí tuvimos el sentimiento de euforia, de positivismo en su máxima expresión para el mercado brasileño. Sus principales empresas: Petrobras, en petróleo; Vale, en minería; Itaú, en bancos, registraban récords y nuevos récords junto con su índice Bovespa.

Tal cual una historia melodramática, ocho años después tenemos la antítesis de este panorama: la depresión ronda Brasil, Dilma Rousseff, la actual presidenta, la recomendada del gran Lula, tiene indicadores de aprobación menores al 10%.

De hecho,  hubo intentos de hacerle juicio político. Meses atrás, el Ministro de Hacienda renunció a su cargo, el real pasó de 1.60, mejor momento de Lula nuevamente a 4 reales, su índice Bovespa se desplomó de 72,000 a 38,000 puntos, significando una monstruosa pérdida de capitalización.

Ya Brasil dejó de ser el país más capitalizado de Latinoamérica, para dejarle ese tributo a México y su índice Bovespa pasó a cotizar debajo del índice referente de México el IPC.

Recientemente Brasil fue víctima de un brote epidémico: el zika, afectando a miles y miles de personas y produciendo pánico en muchos sectores de la población.

Las calificadoras de riesgos, las mismas que ocho años atrás decían que Brasil era seguro para invertir, ahora nos dicen lo contrario y bonos de su principal petrolera, Petrobras, prácticamente son considerados bonos basura (junk bund).

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La psicología hacia Brasil cambió: pasó de tener el presidente más admirado del mundo a una presidente sin apoyo popular, pasó de ser el modelo de crecimiento económico, a estar en un proceso recesivo, también se evidenciaron problemas de corrupción en la principal petrolera que salpica a importantes políticos y hasta una epidemia ha surgido para exacerbar la psicología negativa a su máxima expresión.

Cabe aquí preguntarse si en 2008 con su economía rozagante, con un Bovespa en 72,000 puntos, con un presidente considerado un líder en todo Latinoamérica con gran aceptación, un país elegido para los dos eventos deportivos más importante del mundo, mundial de futbol más Olimpíadas, fue una oportunidad histórica de venta de acciones brasileñas, índice y sus acciones más populares. Ahora que estamos en el panorama inverso, Brasil puede ser la gran apuesta de compra para  2016.

El real se ha depreciado de 1.60 a 4, el Bovespa ha caído de 72,000 a 38,000, Petrobras, una acción que llegó a cotizar 70 dólares llegó a valores menores a 3 dólares, el EWZ el ETF que sigue a la Bolsa brasileña en dólares, se desplomó de valores máximos arriba de 100 dólares 10 años atrás, a niveles por debajo de 20 dólares hace unas semanas, perdiendo más de un 80% en un mercado bajista de grandes proporciones.

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Para los inversores que buscan una gran apuesta y valor, quizás Brasil  sea el país indicado. Recordemos que riesgo y beneficio están atados. En el Sistema Integral de cotizaciones de México se pueden operar tanto el EWZ que es el ETF que sigue Brasil, VALE la minera más importante de Brasil, Petrobras su petrolera más importante, e ITU que es el Banco Itaú, uno de los bancos más importantes de Brasil.

Gran parte de lo malo está en el mercado brasileño, en los alicaídos precios actuales de sus acciones y de su índice bursátil. Del mismo modo que en 2008 todo lo bueno estaba en los meteóricos precios observados, quizás muchos oportunistas vean en los actuales valores de Brasil,  la gran apuesta.

Tan solo este viernes la Bolsa brasileña se disparó más de 5% antes del cierre, ante la investigación sobre corrupción que alcanzó a Lula.

El mercado está hecho para descartar lo obvio y apostar por lo inesperado: así decía un gran inversor y aquí lo obvio es que Brasil está mal y lo inesperado sería una gran recuperación. Estaremos en las antípodas de 2008 donde fue clara venta de Brasil. Ahora bien, surge la siguiente interrogante: ¿Será 2016 clara compra? El tiempo lo dirá…

*Roberto Ruarte es director de Ruarte´s Reports

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