OPINIÓN: La inflación en México requiere aún de mayor dosis monetaria
Nota del editor: Alfredo Coutiño es director para América Latina en Moody’s Analytics. Síguelo en su cuenta de Twitter @AlfredoCoutino. Las ideas expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
(Expansión) – El Banco de México ha aumentado la tasa de interés interbancaria a más del doble, la economía sigue creciendo a su tasa potencial, la cantidad de dinero crece a una velocidad mayor a la del producto, y el consenso del mercado dice que la política monetaria es restrictiva. Incluso hay quienes ya claman por la terminación del ciclo de alza de tasas. Sin embargo, con base en el cálculo de las condiciones de neutralidad monetaria es posible afirmar que la política monetaria no es restrictiva, y que la inflación requiere una mayor dosis de restricción monetaria.
A pesar del alza de tasas de interés, las condiciones monetarias todavía no son restrictivas, prueba de ello es que la economía aún sigue creciendo a su tasa potencial. Para que las presiones sobre precios empiecen a ceder hacia finales del año las tasas deben subir al menos otros 75 puntos base, para posibilitar que la inflación termine en alrededor de 6%. Pero para que la política monetaria sea efectiva se requiere que el alza de tasas sea acompañada por una reducción de la liquidez monetaria.
Lee: Banxico renovará primer tramo de plan para apuntalar al peso
Las condiciones monetarias en el país apenas se han asomado temporalmente a territorio restrictivo, a pesar de que la tasa de interés de referencia ha aumentado en 375 puntos base, desde su mínimo histórico de 3%. Dado que la inflación estructural ha aumentado significativamente para acercarse a 5%, la tasa de interés real todavía es ligeramente menor a la tasa neutral real, por lo que el costo del crédito aún no es restrictivo.
Estimaciones de la neutralidad monetaria, basadas en los componentes estructurales tanto de la tasa de interés como de la inflación, indican que las condiciones monetarias en el país aún presentan una ligera brecha negativa de tasas de interés en los primeros cinco meses del año. Esto indica que la tasa neutral real es aún mayor que la tasa real interbancaria, cuyo nivel nominal está determinado por el Banco de México y que se usa como el instrumento de política monetaria.
Es decir, el costo real del crédito aún no alcanza a restringir la demanda de dinero en la economía. Así, a pesar de que Banxico ha aumentado la tasa nominal de fondeo desde 5.75% a finales del 2016 a 6.75% en mayo, la brecha de tasas pasó de ser ligeramente positiva en enero a negativa en los últimos tres meses. Esto indica que las condiciones monetarias aún se encuentran ligeramente por abajo de la neutralidad, aún con una tasa de interés nominal de 6.75% en mayo.
Lee: El peso hila tres sesiones con ganancias
Otra evidencia que confirma la naturaleza no restrictiva de la política monetaria es la tendencia creciente de la cantidad de dinero por unidad de producto. Esto indica que la velocidad a la que crece la liquidez monetaria real es aún mucho mayor a la velocidad a la que crece la cantidad de bienes y servicios producidos en la economía. De hecho, si la política monetaria fuera restrictiva, la economía debería estar creciendo por abajo de su tasa potencial, es decir menos de 2.5%.
Por ello, no es sorpresa que la inflación estructural––aquella que refleja de mejor manera las condiciones de demanda en la economía––continúe con una tendencia creciente, lo cual se confirma con la mayor velocidad a la que crece la inflación subyacente. Esto implica que, finalizar el alza de tasas y dejarla en 6.75% o 7.0% no será suficiente para reducir la inflación de manera significativa hacia finales del año.
Lee: Forwards, los salvavidas del peso mexicano
Para que la política monetaria ataque la raíz del problema inflacionario se requiere que la tasa de fondeo sea más alta en el año, es decir que el ciclo de alza de tasas debe continuar. Sin embargo, para que la política monetaria sea más efectiva se recomienda que el alza de tasas sea acompañada de una reducción directa de la emisión de dinero por parte del Banco de México.
Si las autoridades no implementan un proceso consistente de esterilización de la liquidez monetaria en la economía, el alza de tasas tendría que ser mucho mayor para poder empezar a reducir la inflación. Así, el combate efectivo de la inflación se debe dar a través del mecanismo dual de alza de tasas y reducción de la liquidez monetaria. De lo contrario, la inflación permanecerá alta por un periodo más prolongado.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión