OPINIÓN: Cómo administrar los gastos de tu tarjeta de crédito en estas fechas
Nota del editor: Iván Hernández es director de Tecnología y Producto en ComparaGuru.com, y es especialista en temas de emprendimiento, tecnología, marketing e innovación de negocios. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
(Expansión) — La temporada navideña está encima y queramos o no, es una época muy dinámica con los gastos ya sean planeados o imprevistos. Con los buenos deseos, los desembolsos también aumentan exponencialmente en la recta final del año. Tan solo tres semanas antes de la Navidad, crecen las búsquedas relacionadas con esta celebración y en 2016 llegaron a aumentar un 132% durante la última semana de noviembre, según la plataforma Think with Google.
Hasta el año 2015, el gasto promedio por persona en compras navideñas osciló entre 3,798 y 4,677 pesos, según datos de Scotiabank recopilados por Think with Google, y el 25% del consumo en esta temporada se concentra en comida y bebida según datos de la herramienta ISCAM, Información Sistematizada de Canales y Mercados dedicada a la medición y análisis de mercados en México.
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Más allá del dinero que tarde o temprano terminamos por destinar a las compras navideñas, es primordial pensar en el efecto que el gasto adicional tendrá en la salud financiera, especialmente si recurres a las tarjetas de crédito.
Es muy probable que por aprovechar alguna promoción o por falta de liquidez, pagues parte de los gastos decembrinos con la tarjeta. Antes de hacerlo, piensa en estas estrategias del crédito para proteger tu economía.
¿Usar el crédito revolvente o a cuotas?
Hay dos tipos básicos de financiamiento con una tarjeta de crédito: pagos diferidos a cuotas, o uso del crédito revolvente, ¿cuál es el mejor? Todo depende básicamente de tus hábitos de pago.
Con la deuda distribuida a plazos, obtienes una cantidad de dinero relativamente grande y por adelantado, que después pagarás en "cuotas" casi siempre fijas y mensuales. Un buen ejemplo de este tipo de deuda es el pago de una hipoteca o un crédito estudiantil, es decir, un desembolso grande que de otro modo no sería fácil solventar y que así podemos planear de forma más cómoda.
En temporada decembrina es común que tanto comercios como bancos, ofrezcan diferir tus compras a meses sin intereses. ¿Conviene usar esta ‘ventaja’ en diciembre? No necesariamente. La regla básica para usar los meses sin intereses aplica igual: no te endeudes por 12 o 24 meses al comprar productos que estarán obsoletos antes de terminar de liquidarlos, pues lo más probable es que para entonces debas comprar otros, con la sensación de “vivir eternamente endeudado” por muy poco. Además, usar una promoción de meses sin intereses en diciembre te comprometerá a pagar en enero o febrero del 2018, con dos condiciones muy importante que deberías considerar: 1) ¿tendrás suficiente estabilidad económica para entonces?, y 2) ¿ya sabes si, con el cambio de año, tu banco ajustará tasa de interés y/o algunas comisiones por retraso en los pagos?
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En el otro esquema de financiamiento, hablamos del crédito revolvente. Este es un préstamo otorgado por el banco, sin número fijo de cuotas, solo con el respaldo de la línea de crédito, en este caso a través de la tarjeta. El crédito revolvente puede usarse una y otra vez, siempre y cuando no rebases el límite de crédito asignado y pagues el total de tu deuda en la fecha indicada. Prácticamente todas las tarjetas de crédito y departamentales funcionan con este esquema.
¿El truco para usarlo a tu favor? Conocer y respetar los límites. Si tu línea de crédito, ya sea departamental o bancaria, es de 40,000 pesos pero este mes decides cambiar muebles y gastas 30,000 pesos, se vale. Lo que debes saber es que, aunque el siguiente mes veas “disponibles” otra vez los 40,000 pesos de tu crédito, por tu propio bienestar no debes usar el crédito hasta no saldar la deuda anterior completa, o abonar algo más que el pago mínimo requerido. El crédito revolvente puede ser uno de los financiamientos más costosos que existen si prolongas la deuda, eso sin contar que ‘empantanarte’ en una deuda se refleja en tu historial crediticio.
¿Aumentar el límite de crédito?
Pedir más crédito en diciembre es una apuesta arriesgada e incierta. La realidad es que las entidades bancarias valoran varios factores a largo plazo antes de autorizar una línea de crédito más amplia, y usualmente obtienen los puntajes de sus clientes que son candidatos a mayor crédito basándose en un recuento de pagos a tiempo realizados, número de cuentas abiertas con ese banco (o con otras entidades), el tiempo que llevas con tus cuentas, si has dejado pagos pendientes o créditos inconclusos (en tu reporte crediticio), o bien si alguna deuda tuya ha ido a despachos de cobranza, y un factor muy importante: qué porcentaje del crédito revolvente usas.
Esta cifra es determinante y una forma de saberla es sumar los montos adeudados en todas tus tarjetas de crédito, luego sumar todos los límites de esas tarjetas. Después, divide el primer resultado entre el segundo y exprésalo en porcentaje, el portal financiero Mint.com recomienda mantener un uso del 30% máximo. Entre más alto sea el porcentaje es mayor la tasa de uso del crédito, lo que para los bancos es señal de que podrías tener problemas para pagar la deuda.
Depender de que te den más crédito para financiarte a corto plazo no es una alternativa viable, pero si has sido un buen pagador este 2017 y te interesa tener una mejor tarjeta el próximo año, es una buena época para bajar tu deuda y hacérselo saber al banco. Recuerda que el hecho de que te ofrezcan una línea mayor de crédito no es garantía de que te lo concederán, ni es la primera opción que debes tomar en el furor de esta época, sin analizar las condiciones de pago que implicará después.
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