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¿Privacidad? Olvídala, en la red todos somos celebridades

Expertos dicen que es prácticamente imposible mantenerse fuera de las redes, pero hay formas de proteger la información y evitar las huellas
sáb 15 junio 2013 06:17 AM

La controversia que provocó la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) por la recopilación de datos alentó la publicación de artículos con referencias a Orwell y a Kafka, promesas políticas para garantizar la privacidad y chistes (en internet, desde luego) acerca de un gobierno que espía desde la ventana.

Pero con todo eso se pierde un hecho simple: este es el mundo que nosotros creamos.

Bueno, tal vez  no lo creaste, yo no lo creé, pero muchos de nosotros votamos para que ocurriera a través de nuestra participación, dinero y navegación en la red.

( Por eso resurgió el debate sobre la privacidad y la seguridad en EU )

Nos guste o no, el mundo conectado espera nuestra participación. Ya sea por la presión de nuestros compañeros, simple conveniencia o una decisión consciente, nos unimos a los sitios sociales , compramos mercancía en línea, almacenamos cosas en la nube y pulimos nuestra "imagen digital".

Sin embargo, no leemos los acuerdos de privacidad (¡qué aburrido!); libremente intercambiamos información personal en Facebook e insultos en Twitter; disfrutamos de recomendaciones a la medida en Amazon, y usamos cupones de internet en los supermercardos (donde a veces leemos revistas que invaden la vida privada de otros).

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( Por ejemplo, checa todo lo que revela un "me gusta" )

¿Pensabas que ese escrutinio estilo paparazzi solo lo experimentaban las celebridades? Anthony Rotolo, de la Universidad de Syracuse, te tiene una noticia: gracias al internet, ahora todos somos celebridades en cierto nivel.

"En realidad, todos estamos en una especie de Big Brother, en un reality show", dice Rotolo, profesor a cargo del Laboratorio Starship NEXIS que se dedica a las redes sociales y a las nuevas tecnologías. "Cuando doy una conferencia, cuando tú lo haces, alguien lo estará tuiteando en vivo. Alguien estará publicando una foto en Facebook. En esta época estamos redefiniendo la fama; en cualquier momento, alguien podría estar hablando en público sin darse cuenta".

"Muchas cosas (en línea) tienen efectos en público", dice Rotolo, quien cree que aún estamos aprendiendo a lidiar con todo eso. Entonces, ¿es posible tener una vida social digital activa y conservar cierta privacidad? Los expertos dicen que sí.

Una elección

Muchas personas se sienten incómodas al dejar un rastro digital , ya sea que se imaginen vigilados al estilo Gran Hermano o que simplemente no deseen ser juzgados por amigos y familiares. Tienes que poner límites, dice Daniel Sieberg, autor del libro  The Digital Diet  (La dieta digital).

"Podemos elegir qué compartir o consumir a través de las redes sociales. Parece sencillo, pero a veces parece que olvidamos ese concepto", dice.

"Ocasionalmente comparto fotos de nuestra hija de dos años en las redes sociales, pero lo hago raras veces y trato de enviar fotos únicas a mi familia", dice. "Tomamos esa decisión de mantener parte de nuestra vida privada lejos de la lupa digital".

Gary Vaynerchuk, empresario y fundador de la firma consultora de redes sociales VaynerMedia, reconoce que la omnisciente red puede ser una espada de doble filo.

"Tengo miles de horas de material en el que una de cada tres palabras que digo es una maldición”, dice. “Hay mucho material sobre mí allá afuera. Tengo que lidiar con eso”.

Sin embargo, discutir en las redes no molesta a Vaynerchuck, quien a menudo se enfrenta con desconocidos en línea. En general, dice: “Tenemos que empezar a respetar el hecho de que estamos totalmente en control” de nuestra personalidad en línea.

Pánico e indiferencia

No es que algunas personas estén demasiado preocupadas por su privacidad en línea. En una encuesta del Pew Research Center y el diario estadounidense The Washington Post se reportó que el 56% de los estadounidenses piensan que es “aceptable” rastrear llamadas para investigar el terrorismo.

Este viernes, el escritor del sitio Gizmodo Kyle Wagner publicó un artículo muy compartido en el que se resta importancia a la noticia de espionaje de parte del gobierno. Se titulaba:  Por qué no me importa una m***** PRISM (o cualquier otra forma de espionaje) . (PRISM son las siglas en inglés del programa de recopilación de datos de la NSA).

Greg Plageman —uno de los productores del programa Person of Interest, de la cadena estadounidense CBS, en el que dos personajes ajenos al sistema usan el estado de vigilancia para luchar contra el crimen— piensa que esa falta de interés es preocupante (no obstante, reconoce entre risas que el escándalo le ha dado mucho material para futuros guiones).

"Creo que ahora la pregunta es: ¿A la gente le importa?", cuestiona. "Aquí hay cierta indiferencia". Según Plageman, las personas aman las comodidades de la vida digital moderna y creen que su existencia en línea es tan trivial que ser sujetos de espionaje no les causan inconvenientes. 

En respuesta a la publicación de Wagner, una persona publicó el  famoso verso atribuido a Martin Niemoller  —el famoso pastor alemán de la época nazi— quien dice que no se debe hablar en voz alta en presencia del tirano y termina así: "Entonces vinieron por mí, y no hubo nadie que hablara por mí".

Los expertos dicen que no es necesario irse a los extremos. Puedes ejercer cierto control sobre tu vida en línea al tomar medidas sencillas como pensar antes de publicar, borrar las cookies regularmente, cambiar las contraseñas, ejecutar antivirus y asegurarte de que la configuración de privacidad de tus redes sociales esté en orden. Recuerda: la vida es más que estar en línea.

Como lo señala la teórica de la tecnología, danah boyd (quien al igual que e. e. cummings escribe su nombre con minúsculas), siempre estamos interactuando con diferentes mundos: el Estado, el individuo, la colectividad y las corporaciones.

Incluso si decidimos “salir del radar”, por decirlo de alguna forma, tenemos identidades que se forman con lo que los demás saben de nosotros. “No es solo lo que dejas ver, es lo que transmites”, dice boyd. “ Si decides que quieres salirte de Facebook, está bien . Pero es muy probable que tus amigos hayan compartido fotos tuyas en Facebook, que hayan hecho muchas cosas diferentes para construir el modelo de una persona que ni siquiera está allí”.

Como lo describe Sieberg: “Vale la pena recordar que nuestra actividad en línea no es un vacío. La suma total de nuestro comportamiento en internet se puede componer de la forma en la que nos percibe la gente, nuestros amigos, jefes y colegas”.

Cifrando los secretos

Tal vez podamos aprender algunas lecciones del grupo demográfico que está más involucrado: los adolescentes.

Un  estudio reciente de Pew  indica que aunque los jóvenes comparten más de sí que antes, también recurren a un código para ocultar información a los demás. Ese concepto se combina con su trabajo de campo, señala boyd.

En uno de los casos que observó, una adolescente que acababa de terminar con su novio estaba preocupada de que su madre reaccionara de forma exagerada ante su tristeza y pensara que presentaba comportamiento suicida. Así que en vez de publicar un mensaje cargado de tristeza —con el que su madre llegaría a conclusiones apresuradas— hizo lo opuesto y publicó la letra de la canción Always Look on the Bright Side of Life (Siempre mira el lado positivo de la vida), de Monthy Pyhton. Sus amigas entendieron el mensaje de inmediato.

"Durante la década en la que he estado observando a los adolescentes, he visto que cada vez recurren a significados cifrados más sofisticados", dice boyd.

Bien, dicen los pesimistas, pero los códigos pueden descifrarse. Y sí, siempre hay lugar para la desconfianza.

A Plageman, del programa Person of Interest, le preocupa más por cuánto tiempo el gobierno retendrá la información que el estado de vigilancia en sí. Sieberg exhorta a los padres a que hablen con sus hijos acerca de ser inteligentes en línea. Sin embargo, no se puede volver a meter al genio a la botella una vez que empezó a compartir memes en Facebook. Si has de ser una celebridad en la red, al menos hazlo con consciencia, dicen los expertos.

“Está claro que vivimos una época especial”, dice Vayernchuk, quien a pesar de todo se siente optimista de que resolveremos estos problemas.

“Siempre tomaré el 1 % de lo malo con el 99 % de lo bueno”, dice.

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