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Restos fósiles de bisonte y jabalí son descubiertos en Guerrero

La construcción de una casa reveló los restos de estas especies que habitaron el país hace 11,000 años
vie 06 junio 2014 08:11 AM
Los restos fósiles que fueron encontrados en Chilpancingo, Guerrero, durante la construcción de una vivienda
Los restos fósiles que fueron encontrados en Chilpancingo, G Los restos fósiles que fueron encontrados en Chilpancingo, Guerrero, durante la construcción de una vivienda

La construcción de una vivienda al poniente de Chilpancingo, Guerrero, derivó en un hallazgo histórico.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó este jueves que durante las excavaciones y el nivelado de un terreno al sur de México, fueron descubiertos los restos fósiles de diversas especies del periodo Pleistoceno Tardío (11 mil años A.C.), entre ellos de bisonte (Bison latifrons) y de pecarí (Tayassu pecari), antepasado del jabalí, localizados por primera vez en esa entidad.

El dueño del predio fue quien reportó al arqueólogo Miguel Pérez Negrete, del Centro INAH-Guerrero, la existencia de los restos óseos en su terreno.

Para realizar un rescate arqueológico se solicitó autorización al Consejo de Arqueología del INAH, cuya labor quedó bajo la responsabilidad del arqueólogo Antonio Hermosillo Worley.

Sobre la presencia de los restos, el arqueólogo Hermosillo Worley explicó que en la época en la que se poblaron estas latitudes, en la última glaciación, muchos mamíferos migraron a esos territorios debido a los cambios climáticos.

 “Son los primeros restos de bisonte que se hallan en un territorio tan sureño; también se localizaron huesos de pecarí, proveniente de Norteamérica, así como de un gonfoterio (Gomphotheriidae), que es una especie emparentada con los elefantes actuales”, detalló el arqueólogo del INAH.

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La zona centro de Guerrero, dijo, es rica en yacimientos, ejemplo de ello es que cerca de Chilpancingo se han encontrado restos de otras especies, como el gliptodonte o armadillo gigante (Glyptodon clavipes) y el perezoso gigante (Megatherium), mientras que en la región de La Montaña se han hallado fósiles marinos de diversas especies, que en suma, le otorgan a esta entidad un papel importante a nivel paleontológico por los múltiples sitios pertenecientes a las eras geológicas Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica.

Los fósiles fueron trasladados al Laboratorio de Paleofauna del Centro INAH-Morelos, para su limpieza, identificación y restauración.

Las autoridades aseguraron que se ha elaborado un proyecto de salvamento arqueológico para continuar la investigación en el terreno intervenido donde hay una parte que aún no ha sido explorada y podría haber más vestigios.

Los datos preliminares del hallazgo sugieren que en el área hubo un antiguo cuerpo de agua donde convivieron varias especies de animales, ya que los restos se encontraban depositados en un estrato arenoso, indicativo de un paleohumedal o pantano que existió en este lugar.

Durante el periodo Pleistoceno, el área que ocupa Chilpancingo era un valle lacustre, más frío y con amplias zonas de pastizal donde deambulaba la megafauna hasta su extinción por los cambios climáticos, derivados de la ultima glaciación, hacia el año 10,000 A.C.

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