¡Por fin! SpaceX logra aterrizar un cohete de forma segura
SpaceX finalmente guió un cohete reusable de vuelta a la Tierra tras su despegue este lunes.
Tradicionalmente, los cohetes son desechados después de que se despegan de la nave. La capacidad de reciclarlos marca un gran paso hacia viajes espaciales más baratos.
Tras tres intentos fallidos de aterrizaje, se trata de una gran victoria para SpaceX y el director ejecutivo Elon Musk.
El clima y otros retrasos impidieron el vuelo este fin de semana, pero SpaceX hizo el lanzamiento desde Cabo Cañaveral en Florida sin más retraso este lunes.
La misión primaria era poner 11 pequeños satélites en la órbita baja para la red de satélites de Orbcomm. Los satélites fueron desplegados con éxito. El aterrizaje del cohete fue apenas la cereza del pastel.
Un portavoz de SpaceX dijo que la tarea es "como lanzar un lápiz sobre el edificio Empire State y que aterrice en una caja de zapatos al otro lado... durante una tormenta de nieve".
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El primer intento de aterrizaje de un cohete que hizo la empresa fue en enero. El intento se vio frustrado cuando las aletas destinadas a guiar el descenso del cohete dejaron de funcionar, y se estrelló contra el barco no tripulado sobre el que estaba destinado a aterrizar.
El segundo intento fue en abril y por poco fue exitoso, pero una breve falla en los motores causó que el cohete cayera sobre su plataforma y hacia el océano.
Luego vino el intento de junio en el océano, que terminó en explosión.
El aterrizaje exitoso de esta semana fue el primero de SpaceX sobre tierra firme.
"Un jet jumbo cuesta alrededor de lo mismo que nuestros cohetes Falcon 9, pero las aerolíneas no botan un avión tras un viaje de ida de Los Ángeles a Nueva York", explicó SpaceX en su blog. Los cohetes de la compañía cuestan entre 60 y 90 millones de dólares.
Blue Origin, que dirige el director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, consiguió un aterrizaje seguro de cohete tras un lanzamiento el 24 de noviembre, pero los empleados de SpaceX recordaron a los espectadores durante la transmisión el lunes que esta fue una hazaña más difícil.
El cohete de Blue Origin viajó verticalmente a un nivel suborbital, a 100 kilómetros de la Tierra.
Pero SpaceX tuvo que llegar a una órbita baja— que empieza a cerca de 160 kilómetros de la Tierra— y su cohete tuvo que viajar a un ángulo y una velocidad de más de 27,000 kilómetros por hora para poder poner la nave en órbita.