Realeza británica y estrellas de TV acuden a boda de Pippa Middleton
Con la realeza como parientes y una estrella de televisión como posible padrino, no es de extrañarse que los tabloides británicos hayan calificado el casamiento este fin de semana de Pippa Middleton, la hermana menor de la duquesa de Cambridge, como la boda del año.
Si se agrega a la mezcla la asistencia del nieto de la reina Isabel II, el príncipe Enrique, con su novia estadounidense en su aparición de más alto perfil y que el futuro rey de Gran Bretaña será uno de los pajes, los planes de la boda de Middleton con el millonario James Matthews han generado un frenesí mediático.
Middleton, de 33 años, saltó a la fama mundial al ser dama de honor en la boda del 2011 de su hermana Catalina con el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, gracias principalmente al vestido que usó para la ocasión.
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"Es un poco sorprendente tener el reconocimiento global (si esa es la palabra adecuada) (...) debido a tu hermana, tu cuñado y tu trasero", escribió en comentarios introductores de un libro de recetas y organización de fiestas que escribió después de la boda de su hermana.
El hijo de Guillermo y Catalina, el príncipe Jorge, será uno de los pajes, mientras que la hija de la pareja real, la princesa Carlota, será una de las damas de honor. El hermano menor de Matthews, Spencer, quien protagonizó el popular "reality show" británico "Made in Chelsea", sería el padrino de la boda, según reportes de prensa.
En tanto, Enrique, el hermano menor de Guillermo, estará acompañado por su novia Meghan Markle, estrella de la serie estadounidense sobre abogados "Suits", en lo que será su presentación de más alto perfil juntos desde que el príncipe reveló en noviembre que estaban saliendo.
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Después de la boda, que los diarios dijeron tendrá un motivo escocés en el poblado rural de Englefield, al oeste de Londres, se realizará una recepción en una enorme marquesina de cristal en la casa familiar de los padres de Middleton en la cercana localidad de Bucklebury.
Debido a la lista de invitados, quienes acudan a la boda tienen prohibido cargar fotografías a redes sociales, aunque un pequeño grupo de fotógrafos podrá tomar imágenes de los asistentes cuando lleguen y salgan de la iglesia.
