La Catrina, icono del Día de Muertos en México que nació como crítica social
La celebración del Día de Muertos no sería la misma sin la famosa Catrina, que se convirtió en uno de íconos de esta tradición gracias a la intervención del muralista Diego Rivera y al grabador José Guadalupe Posada, quienes la incorporaron en varios de sus trabajos.
La imagen surgió en 1912 a manos del grabador mexicano José Guadalupe Posada para ilustrar unos versos a propósito del Día de Muertos y burlarse de las clases sociales.
"La intención de la Calavera Garbancera de Posada era representar a aquellas mujeres que lograban un estatus social alto y que dejaban sus costumbres por tratar de vestirse y comportarse a la usanza europea", dijo Verónica Zacarías, profesora y guía del museo José Guadalupe Posada en Aguascalientes.
La intención de la catrina era representar a aquellas mujeres que lograban un estatus social alto y que dejaban sus costumbres para tratar de vestirse y comportarte a la usanza europea.
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Esa imagen fue uno de sus últimos trabajos, pero no llegó a verlo impreso. El grabador creó al personaje en 1912 en un periodo de depresión tras la muerte de su esposa y su único hijo, pero no fue publicado sino hasta noviembre de 1913, 10 meses después de su muerte.
Tras su fallecimiento, Diego Rivera decidió darle un cuerpo a la famosa catrina y la plasmó "de forma elegante" en su mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda central.
"Cuando Rivera la pinta en su mural le cambia el estatus, la convierte en una mujer de clase alta y la llama Catrina", agrega la profesora.
El Día de Muertos llega a Pekín
La embajada de México en Pekín, China, colocó este miércoles su altar repleto de calaveras, flores, comida y alcohol.
"Es una ocasión que nos permite recordar a nuestros familiares de manera festiva, con flores, colores, incienso y objetos que fueron útiles y de cariño para ellos (los muertos) durante su vida", explicó José Luis Bernal Rodríguez, embajador de México en China.
El altar de este año está dedicado a los fallecidos en el sismo del pasado 19 de septiembre en México.
"El altar es como un puente a través del cual el espíritu de nuestros difuntos regresa al mundo terrenal para convivir con los familiares durante dos días al año", relató Bernal.
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