2020 es el año del empleo del futuro
Referirse a un técnico entrenador de algoritmos o una terapeuta para mejorar la relación de los humanos con la tecnología suenan a propuestas de historia de una serie como Black Mirror. Pero son dos realidades cuando se habla de las profesiones que se requerirán a futuro.
Mientras que la automatización hará innecesarias algunas ocupaciones, corrientes tecnológicas como el Internet de las Cosas (IoT) —es decir, la interconexión digital de objetos de la vida cotidiana a través de internet— generarán nuevos formatos de trabajo.
Esto ocurre ahora mismo. El IoT es y será una gran oportunidad, especialmente para los jóvenes que realizan estudios técnicos y superiores en ingeniería electrónica, telecomunicaciones e informática.
Los profesionales titulados en estas carreras, de hecho, son quienes están teniendo oportunidades para la puesta en marcha del IoT en las empresas, ciudades inteligentes, hospitales, centros de salud y plantas industriales, entre otros.
Una investigación de la consultora Gartner, abocada a la investigación en tecnologías de la información (TI), arrojó que la mitad de los nuevos procesos y sistemas empresariales incorporarán IoT tan pronto como en 2020.
Pese a la gran salida laboral que supondrá el área, la misma investigación asegura que las organizaciones no encuentran personal capacitado para afrontar los retos que se vienen. A ello se añade que los profesionales de hoy, técnicamente cualificados, se enfrentan al desafío de estar preparados para afrontar entornos de trabajo que cambian continuamente con la implementación del IoT, señala la consultora Deloitte.
La aparición continua de nuevas líneas de desarrollo profesional, las profesiones emergentes y la gran velocidad a la que se mueven los mercados con motivo de la globalización y la diversidad laboral, han desencadenado que las empresas demanden características o habilidades en los profesionales cada vez más esenciales.
Los requisitos para asegurar el Internet de las Cosas (IoT) serán complejos, forzando a los responsables a utilizar una combinación de enfoques de arquitecturas móviles y de nube, combinados con control industrial, automatización y seguridad física, agrega Deloitte.
Factor Humano, de la Escuela Internacional de Posgrado de España, considera que para superar la brecha de talento experto en IoT es que más allá de tener los conocimientos técnicos adquiridos durante la carrera universitaria (habilidades técnicas o duras, hard skills) y el ámbito laboral, lo que las empresas buscan a la hora de promocionar o seleccionar a un colaborador para un puesto de trabajo en equipo o de gestión son que el candidato añada sus habilidades blandas o soft skills.
Este tipo de habilidades van desde tener vocación para trabajar en equipo, disponer de destreza frente a la negociación y la toma de decisiones; así como tener facilidad para relacionarse, comunicarse y liderar un proyecto.
Además, añade la Escuela Internacional de Posgrado, esperan que tenga habilidades para la resolución de problemas y que sepa cómo planificar tareas, proyectos o implantaciones. En síntesis, debe ser un profesional capaz de adquirir y procesar de forma correcta la información del servicio o del proyecto de la organización en la que esté inmerso. De esta forma, la empresa garantiza que el profesional pueda desenvolverse a la perfección ante las adversidades.
Quien aspire en colocarse en algún proyecto de IoT, el profesional experto debe reconocer el valor de las habilidades blandas para el desarrollo de los proyectos que realizan como primer paso que han llevado a cabo las grandes compañías. Han sido conscientes de que las habilidades interpersonales de los profesionales que las conforman juegan un papel principal para ser realmente eficaces en su trabajo, añade la Escuela Internacional de Negocios.
Algunas habilidades blandas del experto en IoT:
- Comunicación.
- Capacidad del profesional para adquirir, procesar y desarrollar información
- Habilidad para la toma de decisiones y resolución de conflictos.
- Trabajo en equipo.
- Gestión del tiempo (habilidades de planificación, organización y priorización del trabajo).
- Destreza en la negociación.
Cada una de estas habilidades, van de la mano con otras como, la gestión del estrés, la motivación, la gestión del cambio, la capacidad de delegación y la habilidad de interactuar con distintas audiencias.
Las carreras del futuro se estudian desde hoy. Y las actualizaciones de cualquier carrera, para quienes ya están en activo, son precisas también en este tiempo.