Los hospitales están saturados en Haití por los heridos del sismo
Protección Civil informó que 1,054 personas murieron en el departamento del Sur, otras 122 en Nippes y 119 en Grand Anse, todas ellas provincias de la península suroeste, mientras que otras 2 personas murieron en el noroeste del país.
Las autoridades incrementaron a 5,700 los heridos a causa del terremoto, que destruyó 13,694 casas y causó daños a otras 13,585, así como a numerosos hospitales, escuelas y otras edificaciones, según cifras facilitadas por el ministro de Comunicación, Jean Emmanuel Jacquet, a medios locales.
El balance de víctimas mortales casi duplica las cifras del boletín ofrecido la mañana del domingo, cuando se habían contabilizado 724 fallecidos.
El número de muertos y lesionados por sismo en Haití aumenta a casi 1,300
Iglesias, hoteles, hospitales y colegios quedaron gravemente dañados o destruidos, mientras que los muros de una prisión se resquebrajaron por los violentos movimientos sísmicos que convulsionaron Haití.
"Necesitamos mostrar mucha solidaridad con la emergencia", dijo el primer ministro de Haití, Ariel Henry, un neurocirujano que fue puesto al frente del atribulado país tras el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio.
Las operaciones de rescate se complicarán con la llegada de la tormenta tropical Grace, que golpeará Haití el lunes con fuertes precipitaciones. También es posible que haya marejadas ciclónicas, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
En el Vaticano, el Papa Francisco instó a las naciones a enviar ayuda rápida. "Que la solidaridad de todos alivie las consecuencias de la tragedia", dijo a los peregrinos y turistas en su bendición dominical en la Plaza de San Pedro.
Estados Unidos envió suministros vitales y desplegó un equipo de 65 personas para realizar labores de búsqueda y rescate con equipos especializados, dijo Samantha Power, administradora de la Agencia para el Desarrollo Internacional.
Algunos haitianos dijeron que pasaron la noche del sábado durmiendo al aire libre, traumatizados por los recuerdos del terremoto de magnitud 7 de 2010, que golpeó mucho más cerca de la capital, Puerto Príncipe, y acabó con la vida de decenas de miles de personas.