“Tiene que haber dinero público para llegar con cobertura a lugares en donde no es económicamente rentable el despliegue de infraestructura y además subsidios para que las familias más vulnerables puedan pagar una conexión de banda ancha y que se les proporcionen equipos terminales para actividades educativas, esto último tanto en zonas urbanas como rurales”, opinó Enrique Yamuni, presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la información (Canieti) en el reporte del Centro México Digital.
Sin embargo, Alberto Farca, vicepresidente de proyectos de Centro México Digital, expresó que lo ideal es que los subsidios o fondos de servicio se destinen para las personas con menores ingresos.
“No es que tengamos que aplicar subsidios en todas partes, hay que entender en dónde están los problemas de la asequibilidad. Tenemos que hay personas en donde adquirir un dispositivo de la gama más barata le representa más de 70% de su ingreso y es estos casos en donde se debe pensar en diferentes subsidios, o que no haya impuestos adicionales en los equipos”, comenta Farca.
El año pasado, América Móvil también propuso que mediante programas sociales se pueda pagar el servicio de dispositivos móviles y planes de conectividad para que las personas con menor poder adquisitivo accedan a estos servicios para que desarrollen habilidades tecnológicas y con ellos evitar un rezago tecnológico.
Acceder a equipos como los smartphones es cada vez es más complicado para las personas por la inflación debido a que se encarecieron casi 9% el año pasado, de acuerdo con datos de la consultora The Ciu.
Inflación desconecta a usuarios
El fantasma de la inflación provocó que el año pasado los consumidores tuvieran que desconectarse. Según el informe de Centro México Digital, el servicio de internet fijo tuvo un ligero descenso de 1.3% en su adopción, pues pasó de 80.9% a 79.3.
Parte de la baja, dice Alberto Farca, está asociado a que los usuarios ahora no requieren de tanto internet en casa con el regreso a las actividades presenciales que en su momento detuvo la pandemia, sumado al reto económico que ha representado la inflación.
“Lo que tenemos que hacer es promover que haya competencia en la parte de banda ancha fija para bajar los precios y se retome el ritmo de adopción”, asegura.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), ente encargado de regular a la industria a nivel internacional, ha señalado que los servicios de conectividad no deben superar 2% del ingreso mensual de los usuarios.
Pero en México, las personas con mayor poder adquisitivo gastan en promedio 2.5% de su dinero mensual para servicios de telecomunicaciones, mientras que las de menor poder adquisitivo invierten hasta 10% de su dinero mensual.