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FAO ve impotencia en AL vs alimentos

Critica la reducción de recursos para financiar programas de combate al hambre; descarta solución estructural en tema alimentario debido a prácticas desleales.
dom 15 junio 2008 06:48 PM

El representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para América Latina y el Caribe, José Graciano da Silva, dijo que existe una "sensación de impotencia" en la región ante la crisis alimentaria.

En un comentario acerca de la reciente Conferencia sobre Seguridad Alimentaria Mundial, realizada este mes en Roma por la FAO, Graciano reconoció que "las repercusiones en América Latina de la reunión, no son muy alentadoras".

En el centro de las divergencias constatadas, indicó el ex ministro de Seguridad Alimentaria y lucha contra el hambre de Brasil, "está la cuestión de los subsidios y del multilateralismo".

Más allá de la retórica, lo concreto es que los recursos que deberían financiar los programas para reducir a la mitad el número de personas afectadas por el hambre en todo el mundo para el año 2015, se han reducido en lugar de aumentar.

Así, de acuerdo con el director de la FAO, Jacques Diouf, "los objetivos propuestos sólo podrían ser alcanzados en 2150", dijo Graciano da Silva.

El funcionario resaltó el discurso del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien recordó que luego de la aprobación de las Metas del Milenio, "parece que las personas volvieron a sus quehaceres diarios. Ahí el hambre es olvidada, para ser recordada sólo cuando ocurre una explosión como la de las últimas semanas".

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"No nos engañemos: no habrá solución estructural para el tema del hambre en el mundo mientras no seamos capaces de dirigir recursos para la producción de alimentos en los países pobres y, simultáneamente, de eliminar las prácticas comerciales desleales", dijo.

Graciano da Silva también recordó la intervención de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien enfatizó que "la caracterización que hacemos del problema alimenticio no es solamente un problema de producción, sino también de distribución de alimentos".

Según Fernández, entre las causas estructurales están, primero, "la política proteccionista llevada a cabo por los países centrales desde los años 70 en adelante, que ha causado un desapoderamiento, por parte de los países emergentes, de recursos que les son propios".

En segundo lugar, anotó, "las condiciones que los organismos multilaterales de crédito -particularmente el FMI- han impuesto a los distintos países"; y tercero, "la forma de organización del mercado internacional, de carácter oligopólico".

Fernández precisó que a su entender, el elemento decisivo es que "la crisis de las hipotecas ha trasladado fuertes movimientos especulativos al mundo de los commodities, no solamente del mundo agrícola sino también del petróleo".

La presidenta argentina propuso "una conclusión realista de la Ronda de Doha" y reorientar los financiamientos de los organismos multilaterales para los países que son grandes productores de alimentos y que incorporan masivamente nuevas tecnologías".

Lo primero evitaría "lo que llamó "el doble estándar actual" donde los países desarrollados predican el libre comercio mientras mantienen una política interna proteccionista que impide el acceso a sus mercados.

Lo segundo, indicó, permitiría establecer mecanismos de transferencia tecnológica para los demás países menos desarrollados, de modo que éstos puedan también producir los alimentos que precisan.

Graciano destacó la presencia de cientos de organizaciones no gubernamentales en Roma, en el Circus Maximum, frente a la sede de la FAO, para abogar por el derecho a la soberanía alimentaria, el fin del libre comercio y de la especulación financiera.

Graciano señaló que "hace más de 60 años que la FAO intenta acabar con el hambre en el mundo y todo lo que podemos decir hoy es que el enfoque de ese asunto felizmente es ‘sólo’ un problema de mejor distribución de la renta" que garantice acceso a los alimentos.

"Pero la globalización de los commodities agrícolas exige que se creen nuevos mecanismos de regulación de carácter financiero y reglas específicas que permitan fortalecer el comercio de alimentos entre países vecinos", indicó el representante de la FAO.

"Quedó claro que los alimentos, como la energía, son demasiado importantes para todos -ricos y pobres- como para ser tratados como una más de los innumerables commodities en mercados sujetos a manipulaciones de intereses privados", indicó.

"De ahí la importancia de la reafirmación del multilateralismo, lo que sin duda fortalece el papel coordinador de las Naciones Unidas y, por consiguiente, el de la FAO"; agregó.

La implementación de políticas de seguridad alimentaria, a nivel local y nacional, pero también a nivel regional como en el Mercosur, la Región Andina, Centroamérica, y el Caribe, es el nuevo tema que emerge de la reunión de Roma, concluyó Graciano da Silva.

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