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Instalan mesa de diálogo para Honduras

Micheletti dijo que se instalará la mesa de negociación, pero el proceso electoral seguirá su curso; el presidente interino se reunió con Oscar Arias, al igual que el depuesto mandatario Manuel...
jue 09 julio 2009 05:24 PM
El presidente derrocado Manuel Zelaya (der.) y el presidente de Costa Rica, Oscar Arias (izq.) se reunieron para discutir el conflicto hondureño. (Foto: AP)
zelaya-arias (Foto: AP)

El presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, informó este jueves que quedó instalada una mesa de negociación para solucionar el conflicto en el país centroamericano.

Sin embargo, Micheletti dijo que el proceso electoral para designar al nuevo mandatario hondureño sigue su curso.

El presidente interino ofreció una conferencia luego de reunirse con el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, a quien agradeció su apoyo para encontrar una salida a la crisis hondureña.

Micheletti dejó Costa Rica sin reunirse con el depuesto mandatario Manuel Zelaya, dejando instalada una comisión de diálogo para hablar con la contraparte a través del mediador costarricense Oscar Arias.

"No se ha producido una reunión cara a cara", dijo a periodistas Pablo Gueren, asesor del ministro de la Presidencia de Costa Rica.

Arias, Premio Nobel de la Paz, inició su gestión como mediador para tratar de poner fin a la peor crisis de Centroamérica en las últimas dos décadas.

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Arias se reunió inicialmente con Zelaya en su residencia particular y horas después con Micheletti, pero no logró sentarlos en la misma mesa para buscar una solución a la crisis política que se vive en Honduras.

"Lo que quiero es ayudar a resolver este problema porque el pueblo hondureño no se merece que haya más sangre derramada y no quiero ver morir a más gente inocente en las calles de Tegucigalpa", dijo Arias, que ganó el Nobel de la Paz por su trabajo para poner fin a conflictos militares y guerras civiles que asolaron Centroamérica durante la Guerra Fría.

Zelaya fue depuesto hace casi dos semanas por un grupo de militares que lo sacó de su casa a punta de rifle, lo subió en un avión y lo expulsó a Costa Rica cuando buscaba hacer una consulta para abrir la posibilidad de una reelección.

La crisis desató en Honduras protestas a favor y en contra de Zelaya, que dejaron al menos un simpatizante del derrocado mandatario muerto. La comunidad internacional condenó el golpe y exhortó al Gobierno interino a restituir a Zelaya.

Arias mantuvo en su residencia privada un encuentro con Zelaya y sostenía otro con Micheletti, mientras decenas de personas se manifestaban alrededor de la casa de Arias contra el presidente interino de Honduras gritando "Fuera militares, fuera 'Goriletti'".

Arias planeaba reunir por la tarde a los dos rivales e intentar llegar a una solución al conflicto, según un portavoz de la presidencia de Costa Rica.

Al salir de su encuentro con el presidente costarricense, Zelaya agradeció su mediación e insistió en la necesidad de que sea restablecido el orden constitucional y su Gobierno.

"Creemos que hemos sido congruentes con la posición de Honduras que es la restitución del estado de derecho, la restitución de la democracia y la restitución como lo ha pedido la organización de Naciones Unidas y la OEA, del ejercicio del presidente electo por el pueblo hondureño", dijo Zelaya.

OEA plantea soluciones

Desde Washington, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que para resolver la crisis se podrían adelantar las elecciones, crear un Gobierno de unidad nacional, decidir una amnistía o enjuiciar a personas determinadas, entre otras opciones.

"La piedra de tope es que el Gobierno de facto acepte el retorno del Gobierno constitucional. Todo lo demás es conversable", explicó.

A pesar de las posiciones intransigentes, la presión internacional y la amenaza de duras sanciones económicas contra Honduras, podrían llevar a las partes a ceder.

Estados Unidos anunció el miércoles la suspensión de la ayuda militar por 16.5 millones de dólares y de asistencia al desarrollo a la empobrecida Honduras y advirtió sobre el riesgo de otros fondos por 180 millones de dólares.

El Gobierno interino hondureño, a través de su ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, dejó en claro que esa decisión de Estados Unidos es "contraproducente" para el diálogo.

Los hondureños, divididos entre dos presidentes que claman su legitimidad, protagonizan desde el día del golpe masivas manifestaciones a favor y en contra de Zelaya, un empresario maderero que a mitad de su mandato adoptó un discurso de corte socialista cercano al del presidente venezolano, Hugo Chávez.

Cientos de partidarios del depuesto Zelaya cortaron el jueves el acceso sur a la capital hondureña armando barricadas con piedras y neumáticos incendiados, lo que generó una enorme congestión de vehículos y camiones que llegan desde el campo para exigir el retorno del mandatario.

De acuerdo con un sondeo de Cid Gallup difundido el jueves por la prensa de Honduras, un 41% de los hondureños justificó el golpe de Estado contra Zelaya, un 28% se declaró en contra de su salida forzada y el 31 por ciento no quiso pronunciarse sobre el tema.

La embajada de La Habana en Tegucigalpa anunció en un comunicado que estaba retirando de Honduras a 143 trabajadores que hacían labores de asistencia, luego de que el Gobierno interino acusó a colaboradores cubanos de organizar protestas en su contra.

Cuba anunció que, sin embargo, mantendrá a su personal médico en el país centroamericano.

Con información de Reuters

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