¿Conoces la herramienta financiera más poderosa para crecer tu negocio?
El último trimestre del año es cuando normalmente las compañías dedican tiempo para hacer sus proyecciones de ingreso y gasto para el próximo año. Es ahí cuando enfrentan el dilema de cómo destinar el dinero a más gasto o a inversiones en activo que les permita crecer, revisan las compras que pueden usar para deducir impuestos y analizan adquisiciones estratégicas que les brinden máxima rentabilidad y/o una mejor posición ante su competencia.
Aunque son planteamientos diversos, todos pueden tener una solución en común: arrendamiento puro. Dicho de otra forma, ¿para qué destinar gran parte de tu dinero en comprar un activo, que al término de cierto tiempo tendrás que renovar, cuando puedes rentarlo por una fracción de su costo? En otro contexto, ¿para qué comprar un coche y pagarle a un conductor, cuando puedes usar Uber, Cabify, Didi, etcétera?
Supongamos que necesitas un transporte de medio tonelaje para mejorar tus entregas o quizá una flotilla para tu equipo de ventas o renovar las computadoras de la empresa que ya se quedaron obsoletas. El arrendamiento puro o leasing es la respuesta para estas distintas necesidades.
A través de este esquema, las personas con actividad empresarial y las compañías tienen la facilidad de obtener un activo durante un tiempo determinado a cambio de una renta. Una vez que cumplido el plazo, pueden hacer otro contrato de renta por un activo nuevo. Dentro de los beneficios de este esquema de financiamiento hay uno más que es la deducción de impuestos.
La renta de activos en México es cada vez más común de acuerdo a observaciones de la calificadora Fitch Ratings, quien reporta crecimiento sostenido del arrendamiento puro a doble dígito en los últimos años (alrededor de 20% de forma anual).
Si bien esta figura puede servir a empresas de todos los giros, resulta especialmente útil al sector manufacturero, que es el ala industrial que más requiere de activos estratégicos para fortalecer sus líneas de producción.
Benjamín García Martínez, catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que el arrendamiento puro también es una de las figuras más usadas en la industria en donde se llega rápido a la obsolescencia de los equipos, como son las industrias de salud, restaurantera y hotelera o en industrias de transporte marítimo y aéreo en donde se requieren equipos de forma puntual y no constantemente.
Adicionalmente, datos de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN) en los últimos años indica que el arrendamiento puro es uno de los esquemas que más empieza a usarse entre empresas de todas las tallas. La regla para decidirse por esta ruta financiera es sencilla: arrienda todo aquello que perderá su valor a través del tiempo y dedica los recursos a producir.
De esta manera atraerás sólo los activos que requiere tu negocio para crecer, evitarás la acumulación de equipo obsoleto, deducirás impuestos, te mantendrás a la vanguardia de tu sector y aumentarás la liquidez.
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