Por Germán de la Garza de Vecchi, Socio Líder de Servicios Laborales en Deloitte
Políticas complejas, cambios legales y la ejecución de operaciones a nivel global forman parte de algunos de los desafíos que deben enfrentar las empresas, los cuales, ligados a una nueva realidad en la administración de las relaciones laborales, se convierten en un gran reto.
Tras el confinamiento para reducir el impacto de la pandemia del COVID-19, se presenta una recomposición en la economía mundial, que, en el caso de México, aún está en proceso. Hoy, las organizaciones del país tienen, entre sus principales retos, cumplir con los múltiples ordenamientos que han implementado las autoridades para encaminar la reactivación productiva de manera segura.
Al mismo tiempo, está la próxima entrada en vigor del acuerdo comercial con los Estados Unidos y Canadá, en el marco del T-MEC. La implementación de los cambios a la Ley Federal del Trabajo exige el desarrollo de nuevas relaciones laborales que cumplan con los requerimientos que demandan nuestros socios comerciales, a fin de equilibrar los mercados laborales de Norteamérica, lo que también requerirá de creatividad, por parte de las organizaciones, para elevar la calidad de las plantillas laborales que impulsen la productividad.
A lo anterior, se suma el mayor cambio propuesto en la Reforma Laboral, que prevé, entre las nuevas obligaciones, contratos colectivos aprobados por los trabajadores, organizaciones sindicales transparentes y enfrentar la conciliación como una vía para lograr los mejores acuerdos entre empresas y trabajadores.
Ante este escenario, toma especial relevancia una de las integraciones a gran escala más importantes, la de Deloitte (firma líder en servicios profesionales a nivel global) y Mowat (firma líder en servicios laborales). Sin duda, esta integración representa la mejor y más sofisticada alternativa para las organizaciones, en materia de asesoría legal laboral, una opción que les permitirá hacer frente a cada una de las necesidades que actualmente tienen.
La flexibilidad y la capacidad de respuesta profesional que las empresas tengan en materia legal es, hoy, un valor fundamental para responder a los retos laborales que presentan los tiempos actuales y evitar que éstos se conviertan en grandes contingencias que, más adelante, pudieran poner en riesgo su viabilidad.
