Sin embargo, para Josué González, presidente del comité ejecutivo de IAB México, el verdadero alcance va más allá de los números, su misión ha sido generar certidumbre y eliminar fricciones para fortalecer la industria. El objetivo, aseguró, siempre ha sido promover el crecimiento económico.
Aunque el camino ha sido retador. En sus propias palabras, “hace 20 años, la publicidad digital era un terreno inexplorado, un lienzo en blanco donde los primeros banners parpadeaban tímidamente en pantallas de escritorio”.
Entonces vuelven las cifras. De acuerdo con el Estudio de Inversión en Comunicación en Internet que IAB México publicó en 2013, la inversión en publicidad de ese tipo era ligeramente superior al 5% del total y las marcas seguían apostando por los medios de comunicación tradicionales para llegar a sus audiencias.
No obstante, las reglas del juego cambiaron con el avance del internet, con ello, surgiría una revolución en el modo de comunicar y vender.
“Fuimos testigos y protagonistas de una metamorfosis radical: de los primeros anuncios estáticos a la explosión de plataformas digitales que convirtieron a los consumidores en participantes activos; vimos el inicio del reinado del escritorio para la hegemonía del móvil, que puso el mundo en la palma de nuestra mano”, explicó González.
Así, la labor de la asociación asumió un rol esencial: desde estandarizar formatos, impulsar mejores prácticas y hasta capacitar al talento para desempeñarse en este nuevo entorno. Prueba de ello son iniciativas como NewFronts, un evento que convoca a medios, plataformas y marcas para convertir las ideas en estrategias tangibles.