A diferencia de la mayoría de sus competidores, esta compañía no depende exclusivamente de socios de manufactura, detalla Rossi. "Más de la mitad de nuestra producción global es realizada por fábricas propias" instaladas en diversas zonas del mundo.
Esa red global de manufactura, contrario a las exigencias del presidente Trump –quien desea que Apple fabrique los iPhone en suelo estadounidense– no se construye de la noche a la mañana. Para esta empresa, dicho esfuerzo tomó más de 15 años.
Rossi apunta que tal diversificación de la cadena no es una respuesta reciente a los problemas arancelarios y si bien China es su base de manufactura más grande e importante, Lenovo expandió sus capacidades a países como Japón, India, Europa, Brasil, México y, en menor escala, Estados Unidos.
Esta huella de manufactura global ofrece ventajas frente a los competidores, como el hecho de que permite estar "más cerca del mercado final", señala Rossi, lo cual se traduce en una "entrega a los clientes más rápidamente".
Otro punto relevante para los usuarios finales es que la manufactura local permite a la empresa evitar el paso por Estados Unidos antes de llegar al mercado mexicano, es decir, se sortean posibles subidas de precio en los productos.
Un ejemplo de esto se da en las grandes estaciones de trabajo que Lenovo produce para clientes empresariales, las cuales se fabrican en la planta de Apodaca, Nuevo León, para los mercados de Estados Unidos y América Latina (excluyendo Brasil, debido a sus propias reglas locales).
Rossi enfatiza el hecho de que esta estructura global de la cadena de suministro, aunque creada a largo plazo, "encaja muy bien para gestionar mejor nuestra estrategia de suministro y manufactura" en un entorno de "situación arancelaria en constante cambio", algo que resuena desde el liderazgo de la empresa.
Tras el primer trimestre del año, el director ejecutivo de Lenovo, Yuanquing Yang, afirmó que los aranceles no son nuevos e incluso podrían representar una ventaja competitiva para la empresa, debido a la diversificación de la que habla Rossi.
La compañía, desde unos años atrás, anticipó que una red global y la manufactura propia le permitirían "beneficiarse para prosperar en cada entorno", concluye Rossi, y las cifras le dan la razón a la empresa respecto a que poner todos los huevos en una sola canasta no siempre es buena idea.