BAT: Convencer antes de comprometer

Víctor Loria es el CEO en México de la segunda compañía tabacalera más importante de México y del mundo: British American Tobacco (BAT). Esta organización produce 22,500 millones de cigarros al año y mantiene una participación en el mercado superior a 40%. Loria es de la firme opinión que entre las claves para liderar una compañía de estas características son fundamentales la coherencia y la afinidad.

EXPANSIÓN: ¿Cómo logran que los trabajadores se comprometan e identifiquen con la empresa?
víctor loria: Nuestra visión es hacer las cosas por convicción, que es mucho mejor que por obligación. Parte de la magia para comprometer a la gente es que los trabajadores, además de comprender la tarea, entiendan el porqué. Así se logra sintonía, que se traduce en compromiso.
Nosotros pregonamos la confianza y la libertad con responsabilidad. Tratamos de poner en marcha espacios de interacción con nuestros equipos. A veces, son formales y otras, son conversaciones de pasillo o desayunos con los empleados para tener el termómetro de qué está en sus cabezas. Además de hablar de lo bueno, se aborda lo que no está bien y lo que no podemos dejar a la suerte. Estos esfuerzos son genuinos, no impostados, y gana más la espontaneidad. Todos tenemos una sintonía con respecto a lo mismo.
Esa sintonía le da confianza a la organización, ésta le otorga afinidad y, por último, una maximización del alineamiento.
Esta forma de trabajo en equipo eleva el compromiso de los empleados hacia la organización, elemento que se refuerza con acciones complementarias, tales como el Programa de Crecimiento, que es de coaching y asesoría.
Este programa consiste en que, de acuerdo al plan de desarrollo de cada persona, se define un coach (una especie de mentor) que apoyará al coachee (al empleado participante) por un tiempo determinado. La técnica implica que el coach, a través de una serie de preguntas, haga que el coachee llegue a las respuestas que busca y lo reta a mejorar su rendimiento. “En bat propiciamos esta práctica incluso en las conversaciones del día a día”.

E: ¿Cómo fomentan el trabajo en equipo?
VL: Periódicamente, nos reunimos y hacemos a todos los equipos partícipes de lo que queremos que suceda con la organización; haciendo énfasis en lo positivo, pero también en lo negativo. Esa transparencia da pie a que los trabajadores puedan construir en los foros, con sus ideas y sus críticas constructivas, qué es lo que requerimos para mejorar.
Al mismo tiempo, la compañía tiene una plataforma que se llama ‘Cultura de Liderazgo’, desde 2012, en donde son los mismos empleados los que efectúan formas de cómo crear afinidad para que sea una empresa moderna, disciplinada y cómo la gente actúe como líderes.
Además, tenemos actividades externas dentro de esa plataforma de integración, acciones que van encaminadas a lograr un balance de vida positivo. Por ejemplo, un grupo que sale a correr cada 15 días o abrir nuestras puertas a los familiares de los operarios de la fábrica.

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E: ¿Cuáles serían, a su parecer, las estrategias para liderar un equipo de trabajo?
VL: Lo fundamental es liderar con el ejemplo, la coherencia y la afinidad. Es muy importante conocer el ‘qué’ hay que hacer y el ‘cómo’. Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Pero lo más importante es que la gente entienda la razón: se hace por el consumidor.

E: ¿Qué requisitos debe reunir un empleado de bat para alcanzar un puesto de alto rango?
VL: Lo técnico cualquiera puede hacerlo si le dedica un poco de tiempo y esfuerzo. Acá importa mucho el resultado y éste es consecuencia de la determinación. Para crecer verticalmente hay que optar por las oportunidades que ofrece la organización para moverse entre funciones, departamentos y experimentar el negocio desde distintos puntos de vista. Pero la capacidad de movilizar, de tocar corazones para activar mentes y mover cuerpos es de los requisitos que más apreciamos. Hacerse propietaria de la realidad en la que se opera, vencer miedos. Porque es importante mantener una sana insatisfacción en la organización. Nada en la vida fue producto de la complacencia.

E: ¿Cómo se afrontan los posibles problemas que puedan surgir en la organización?
VL: Nosotros no lo hemos tenido fácil, pero de la adversidad uno se levanta más fuerte. Es importante estar en sintonía con lo que está pasando. Y no sólo hablar de los éxitos, porque éstos dan combustible al espíritu, sino también de los fracasos y no considerarlos como un mal. El fracaso debe ser un aprendizaje para continuar en el camino y llegar a la meta. Las cosas que queremos de la organización empiezan por uno, de manera individual, pero necesitamos de todos para lograrlo.

Este reportaje se publicó primero en la edición 1190 de Expansión. Adquiere esta revista o suscríbete a nuestra edición digital en iOS o Android .