México avanza a medias en inglés
El objetivo de impulsar la enseñanza del inglés en las escuelas mexicanas es claro, pero los avances en la consecución de la meta son lentos. Y la culpa, en gran medida, reside en la falta de estándares para preparar a los maestros, evaluar sus resultados y los de los alumnos, afirma Ariel Fiszbein, responsable del informe ‘El aprendizaje de inglés en América Latina’.
“Hay un déficit de profesores, esto es un obstáculo, pero la debilidad mayor está en carecer de políticas de formación y medición para quien enseña inglés,” comenta el coautor del reporte, realizado por Dialogo Interamericano y Pearson, para mostrar el estado del aprendizaje de inglés en la región y las dificultades para tener mejores programas.
En el país existe el programa ‘México en inglés’, cuyo objetivo es impartir el idioma en todo el territorio. Pero de acuerdo con el informe (en el que se evaluó a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay), no basta con que forme parte de una estrategia nacional. El reto está en diseñar estándares educativos y de medición para los profesores.
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Siete de los 10 países analizados en el estudio, en el que también participaron investigadores mexicanos, tienen metas de aptitud o requisitos para los maestros, pero entre ellos no se encuentra México. Junto con Brasil, tienen 'tache’ en estándares y cualificaciones para maestros.
Para Fiszbein, quien es director del Programa de Educación en Diálogo Interamericano, evaluar es el cuello de botella en América Latina. “Sin mediciones, ¿cómo se garantiza que hay calidad en el aprendizaje?”, advierte el especialista.
Chile es el único país del informe que reportó resultados positivos en tres elementos para docentes: tiene una política de estándares, metas asociadas con dominar la lengua, exámenes para medir, todo a través de políticas de gobierno continuas.
Hay otras prácticas relevantes en América Latina. Por ejemplo, Uruguay ha recurrido a la tecnología, con estrategias como buscar docentes extranjeros que imparten clase por videoconferencia. Colombina tiene un plan de voluntarios que dan clases. México tiene establecido el inglés como un aspecto obligatorio, forma parte del plan nacional y tiene métricas para estudiantes.
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“El desafío aquí son los maestros, la continuidad a las políticas, las métricas de calidad”, recalca Fiszbein, quien también ha colaborado como economista jefe en el Human Development Network, del Banco Mundial.
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La cobertura, el otro reto
Aunque en seis países de los 10 analizados (Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, México y Panamá) el inglés es obligatorio, en América Latina la percepción de los logros obtenidos es reservada. Solo Argentina muestra un nivel ‘alto’ de dominio de este idioma, de acuerdo con los diversos indicadores analizados en el informe.
El resto, incluyendo México, entra en la categoría “bajo”, lo que coincide con el hecho que sólo 20% de los profesionistas reportan dominar el idioma, aunque 80% de las ofertas de empleo lo pidan como requisito, según cifras establecidas en el informe de Dialogo Interamericano. En números, los mexicanos que dominan el inglés ganan 28% más, según el documento, pero ni ese tipo de incentivo ha ayudado a que el país se mueva de categoría. Una de las razones es el tipo de cobertura que existe para la enseñanza de inglés.
En México, con el Programa Nacional de Inglés en Educación Básica (PNIEB) se reportó que se tenía cubierto a 35% de todos los estudiantes en el país. Pero solo 27% de los estudiantes en los niveles de preescolar y primaria participan en un programa de este idioma, mientras que 61% lo hace en secundaria. En Jalisco, solo 2% de los estudiantes tienen acceso a clases de inglés en PNIEB, mientras que el porcentaje en Sonora es de 45%.
Las universidades son otra historia, porque, aunque también ofertan programas de inglés, no siempre son obligatorios.