¿Cuándo hacer socio a tu empleado?
El 1 de enero de 2018, el fondo de inversión Ignia estrenó dos socios: Christine Kenna y Otto Graff. No eran desconocidos en el equipo, trabajaban en la firma mexicana desde hacía siete y nueve años, respectivamente.
Después de un proceso de análisis de aptitudes y evaluación de sus carreras, fueron promovidos para asumir nuevas responsabilidades desde una figura diferente. “Al sumarlos como socios se fortalece el fondo y mejora la estructura de gobierno corporativo, para que no parezca que este show sólo lo llevamos unos pocos, sino que hay riqueza”, dice Fabrice Serfati, director general de Ignia, que ha levantado más de 200 millones de dólares para invertirlos en emprendimientos en México.
Convertir a empleados en socios no es una práctica exclusiva de los fondos. Jorge González, director general de G2 Consultores, explica que empresas de todos los sectores y tamaños usan esta estrategia para reconocer al personal, enriquecer las sociedades con perfiles complementarios, fortalecer la relación con algunos colaboradores y atraer talento. Utilizan sus acciones como herramientas de negociación.
“Cuando una empresa decide hacer socio a un empleado da un paso muy grande en motivación, liderazgo y sentido de pertenencia”, señala Dave Curran, director de Operaciones de la plataforma de carrera Love Mondays.
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La estrategia no es aplicable a todos los colaboradores. Hussein Escamilla, responsable de comunicación del portal de empleo Bumeran, dice que la oferta debe hacerse a empleados en posiciones estratégicas que han entregado buenos resultados.
Antes de plantear estas propuestas, las compañías tienen que realizar estudios y comparativos para comprobar que sea una apuesta rentable. “Es importante cuidar la sociedad y no dar acciones en exceso”, afirma Pilar Brogeras, directora de la firma de reclutamiento Stanton Chase México.
Más que un colaborador
Estos son los pros y contras que hay que considerar antes de hacer esta propuesta:
Beneficios: Las empresas no necesitan liquidez para recompensar a un ejecutivo y pueden destinar esos recursos a otros proyectos. Para las start-ups, una manera sencilla de atraer talento de alto nivel. Además, es una apuesta que disminuye la rotación.
Riesgos: Si la empresa y el socio no establecen las opciones de terminación o transferencia de acciones, la relación puede terminar mal y la participación, en manos equivocadas. Para la compañía no hay garantías de que el talento cumplirá con las expectativas, por ello, debe fijar un plan y no entregar acciones hasta después de cierto tiempo.