Estas son las razones por las que los conductores de pipas ganarán 30,000 pesos
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - Experiencia en el transporte de material peligroso, licencia tipo E, buen estado de salud y buena reputación. Estos son algunos de los requisitos que cubrieron los 2,000 conductores de pipas de Pemex que contrató el gobierno federal para distribuir gasolina en el país. Un tercio de los postulantes a la convocatoria, que dio a conocer el presidente Andrés Manuel López Obrador el 18 de enero, cubrió todos los requerimientos. El resto, más de 4,000 operadores, quedaron descartados.
Los conductores contratados, que manejarán las 500 pipas que el gobierno va a adquirir como parte del plan de distribución de combustible, recibirán un salario mensual de casi 30,000 pesos, además de prestaciones y seguridad social, un sueldo que ‘encendió’ la polémica en redes sociales debido a que es más altos a los recibidos por diversos profesionales en el país.
Sin embargo, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) señaló que por tratarse de una actividad altamente especializada, quienes la realizan deben obtener ingresos altos. “Estamos hablamos de materiales peligrosos, que deben mantenerse a cierta temperatura y tener un manejo delicado, por eso los operadores tienen que estar capacitados para transportarlos adecuadamente”, explica José Antonio Vázquez, director del Centro de Capacitación en Transporte (Cecapta), que ofrece servicios de entrenamiento a conductores de empresas como Pemex, Autotanques Nieto, Femsa y Cemex.
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Vázquez -quien administra 10 centros de capacitación en todo el país- indica que en los cursos que ofrece, los operadores tienen que aprender a identificar el tipo de material con el que están trabajando para poder manipularlos en caso de una emergencia. Además de tener conocimientos básicos de mecánica y mantenimiento de vehículos de carga. Esta información la adquieren en un programa que debe ser aprobado por la STPS y consta de 24 horas de actividades teóricas, cuando es de nuevo ingreso, y de 16 cuando es renovación.
“Nosotros nos encargamos de que adquieran el conocimiento y las habilidades para transportar material peligroso, ya que al ser recorridos largos, muchas veces los conductores no tienen acceso fácil a un mecánico -si el vehículo tiene problemas- o a un profesional que manipule la carga –si hay derrames, accidentes o algún inconveniente meteorológico que dañe el material–“, detalla el director de Cecapta.
Este curso cuesta 1,400 si es primera vez y 1,200 si es renovación y es cubierto por la empresa que contrata a los conductores. Es obligatorio para que estas personas obtengan la licencia tipo E, que es indispensable para conducir tractocamiones, transporte federal y privado de carga y vehículos destinados a la prestación de servicios de transporte de materiales peligrosos, según el Reglamento para el transporte terrestre de materiales y residuos peligrosos de la Secretaría de Comunicación y Transportes (SCT). En 2017, 7,088 personas recibieron capacitación por primera vez y 37,166 por renovación.
Además de la capacitación, el conductor debe comprobar que tiene un mínimo de cinco años de experiencia manejando, contar con licencia tipo B o C, que está en buen estado físico y mental y realizar un pago de 716 pesos por dos años y 1,075 pesos por tres años.
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¿Condiciones excesivas?
En México, el déficit de conductores de vehículos pesados es de más de 50,000 operadores, según datos de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar). Esta carencia obliga a las empresas a elevar sus salarios para asegurar su lealtad laboral. Datos de Empleolisto, bolsa de trabajo especializada en trabajos operativos –propiedad de OCC Mundial– indican que el pago promedio de estos trabajadores es de 30,000 pesos al mes, lo que es atractivo para alguien que no tuvo la oportunidad de concluir sus estudios. Información proporcionada por Cecapta indica que entre 3% y 5% terminó la preparatoria, mientras que entre 20% y 25% no concluyó la secundaria.
“Estos salarios cambian según el lugar del país donde se labore, la actividad o el tipo de material que se transporte. Siempre, a los que llevan materiales peligrosos se les aumenta más o menos 20% del pago promedio, igual que a los trabajan en la frontera norte de México”, explica Juan Antonio Vázquez.
Pero las condiciones laborales no siempre son favorables. El directivo refiere que la jornada de los conductores de hasta 17 horas diarias de manejo, por cinco horas de descanso, genera problemas de salud como trastorno de sueño, estrés y ansiedad. Estos últimos debido a que los patrones exigen entregas puntuales de productos.
Ante esto, la SCT realiza exámenes médicos a los trabajadores para descartar padecimientos que les impidan realizar sus actividades o les expongan a sufrir un accidente, así como detectar un posible consumo de drogas para eliminar el sueño. Entre enero y noviembre de 2018, la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte reporta haber realizado 244,832 exámenes psicofísicos y 41,374 pruebas toxicológicas.
En el caso de los conductores que fueron contratados por el gobierno federal, parece que las condiciones son otras, pues emplear a 2,000 operadores para 500 pipas, quiere decir que cuatro personas manejarán un solo vehículo, lo que les da oportunidad de tener jornadas de descanso más largas, señala Vázquez.