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¿Cómo detectar a una empresa fantasma?

Cada vez que te postules a un empleo, los especialistas recomiendan buscar referencias de la empresa que contrata, revisar sus redes sociales y analizar su reputación organizacional.
lun 24 febrero 2020 05:04 AM
Empresa fantasma
Por lo general, una empresa fantasma cambia de nombre constantemente, pero está ubicada en el mismo lugar.

Era un edificio concurrido, pero descuidado y sin letreros. María Hernández fue citada para entrevista en el primer piso de este inmueble. Adentro había oficinas con escritorios pequeños y una sala de espera con varias sillas. No se veían anuncios, ni el nombre de la compañía o su logo. Se trataba de una empresa fantasma.

María es originaria de Oaxaca. Trabajó 10 años como administradora en una empresa que se dedica a la compra y venta de materiales para construcción. Pero renunció para mudarse a la Ciudad de México en busca de una mejor oportunidad laboral.

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"Empecé a enviar mi currículum a OCC, Computrabajo, y sobre todo en bolsas de trabajo a través de Facebook. Después de unos días, me enviaron un correo electrónico del remitente ‘Personas en busca de empleo”, cuenta, mientras busca el mail en su celular. Luego lee: “Me es grato informarle que ha sido seleccionado para una entrevista, que lleva por objetivo proporcionarle información, aclarar dudas y brindarle una respuesta. Le invito cordialmente a que se presente con su servidora Lic. Irene Amato, el martes 21 de enero a las 12:00. Av. Morelos 159, interior 002-C, colonia Paulino Navarro. A ocho minutos del metro la Viga”.

Estaba emocionada y nerviosa. Cuando llegó a aquel edificio café, vio que otros jóvenes también acudían con su CV y con el testigo impreso de haber sido citados para entrevista. Una chica de unos 25 años los recibió y les entregó un papel de cinco centímetros por cinco centímetros, que incluía el nombre de cada postulante y un recuadro para foto. El currículum no fue necesario. Lo único que pedían es que se presentaran al siguiente día a una evaluación de 9:00 am a 2:00 pm.

"Al llegar me recibió otra chica. Me percaté que todos los que atendían eran menores de 30 años. Me pasaron a un salón que parecía de clases. Nos sentaban conforme íbamos llegando, seis en cada fila. Conté que éramos 60. Entró una mujer de unos 38 años, la única más grande. Vestía de negro y usaba zapatillas. Con un tono prepotente, nos dijo que haríamos un examen psicométrico conformado por 40 preguntas. Bastaba con responder en una hoja sí o no, mientras ella leía cada pregunta muy rápido”, detalla María.

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Después de eso, la mujer suavizó su tono para dar una larga plática motivacional. Aseguró observarlos a todos con detalle, a fin de seleccionar quién se quedaría en un puesto administrativo y quién como asesor general, percibiendo al mes 10,000 y 8,000 pesos, respectivamente.

“Sacó del salón como a diez jóvenes. Tratábamos de poner la mejor cara porque, según ella, estaba evaluando todo. Después nos dieron los resultados del examen y nos iban llamado de cinco en cinco. Nos llevaron a una oficina para felicitarnos porque nos habíamos quedado como asesores generales. La sorpresa vino cuando nos pidieron 190 pesos para una credencial. En los días posteriores debíamos cubrir 25 horas de capacitación y colocar nuestra foto en el papel que nos dieron el primer día”, cuenta.

Algo no andaba bien. María se percató que el examen decía en la parte superior derecha ‘Comercializadora de productos de belleza’, en una tipografía informal de color azul. Después, como parte de la capacitación se les retó a vender cinco perfumes en la calle. Les pidieron una ‘inversión’ de 2,000 pesos más para sacar el producto de la bodega.

Y al final, con todo y la venta lograda, no hubo contrato, ni mucho menos los ingresos prometidos.

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Como María, hay miles de jóvenes que llegan a este tipo de organizaciones fraudulentas. Para identificarlas y no ser engañado, hay que revisar:

Su comunicación corporativa

Toda empresa legal tiene una imagen pública. En ocasiones, las empresas no revelan su identidad porque contratan a una compañía de reclutamiento para esta tarea, pero en este caso, la reclutadora sí muestra su imagen corporativa, y durante el proceso de selección se revela quién es la empresa contratante, comenta Roberto Ventura, socio director de la firma de reclutamiento NEOS RH Consultores.

“No es un secreto. Al principio se maneja cierta confidencialidad porque hay candidatos que no respetan los filtros para poder ingresar a esas empresas a trabajar, y se presentan directamente. Pero todos los procesos de selección deben ser transparentes, y no prometer cosas que no se van a cumplir”, indica.

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Que no te pidan dinero

Ventura explica que los procesos de reclutamiento son gratuitos para los postulantes, pues el costo lo asume la empresa contratante. Cuando el trabajador firma el contrato, se le da su credencial; y cuando ésta tiene un costo, hay compañías que lo descuentan del primer sueldo, o bien sólo la cobran cuando se trata de una reposición.

Que tenga redes sociales o página web

Existen otras páginas para sondear la reputación y credibilidad de las organizaciones. Por ejemplo, Glassdoor o el grupo de Facebook Empresas Fantasma.

Daniel Gutiérrez Larotta, director de consultoría en la firma de recursos humanos Grupo Human, advierte que los postulantes deben buscar referencias de la empresa en la web. “Una empresa que no es fantasma tiene que cuidar su reputación. Me haría ruido que me ofrezcan ser consultor en una compañía que no tiene redes sociales”, opina.

Que cuente con registro patronal

Marco Rojas, experto en Práctica Laboral y de Compliance de la firma de abogados Baker McKenzie, también aconseja verificar que la empresa tenga registro patronal. Por lo general, una empresa fantasma cambia de nombre constantemente, pero está ubicada en el mismo lugar. “Pueden acudir a la unidad de medicina familiar que les corresponda para comprobar que fueron dados de alta. Una empresa fantasma no tiene registro patronal, y por tanto no puede dar de alta a los trabajadores, lo cual por ley es una obligación patronal”, concluye.

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