En entrevista, afirmó que en una época como la que estamos viviendo el líder debe ser valiente, aunque no hay que confundir valentía con temeridad: el valiente identifica el peligro, pero está dispuesto a poner su vida en riesgo para conseguir aquellos valores que considera importantes o aquellos objetivos que su organización requiere.
Refiere que otro tema muy importante es la capacidad para identificar los riesgos a los que está sometida la organización, para lo cual es preciso observar el entorno, escuchar distintos puntos de vista y luego de descubrir los riesgos, hay que saber clasificarlos y, en función a esto, mitigarlos o gestionarlos.
Pero además, hay que identificar las oportunidades. “A nosotros nos gusta mucho hablar de estrategias planeadas y oportunidades emergentes. El plan es el que identificas, haces un proceso de planeación estratégica, te imaginas el futuro y lo tratas de implementar”, expone el director del IPADE sede Guadalajara .
Por ejemplo, durante el confinamiento provocado por la crisis sanitaria, el IPADE realizó la encuesta “Empresas mexicanas ante el COVID-19” en la que se exploró cómo estaban haciendo frente a esta crisis. El estudio reveló que a pesar del panorama, la pandemia también presenta nuevas oportunidades de negocio: “Al menos así lo percibe 60% de los encuestados quienes tienen un pronóstico positivo de la situación, por lo que tres de cada cinco afirmaron que las están aprovechando, y uno de cada cuatro están evaluando cómo aprovecharlas”, señala Antonio Casanueva.