En México, la mitad de las empresas no cuenta con un plan de sucesión. Aunado a esto, Roberto Cárdenas, director de la consultora de liderazgo DDI Latam, refiere que el entusiasmo de los jefes va en picada. Al final del día, el 60% de los líderes en el mundo se sienten sin energía, abrumados y agobiados.
Lo grave es que los líderes son quienes deben guiar el actuar de la empresa y predicar con el ejemplo. Un equipo con fatiga laboral y poca motivación es el reflejo de un líder estresado, con posibles problemas de salud mental y con un mal manejo de su inteligencia emocional, aseguran los expertos consultados.
“Si como líderes no trabajamos en nosotros para poder acompañar a los demás, estamos muy equivocados. Tenemos que estar conscientes de que todos pasamos por una situación complicada, ya sea la muerte de un familiar por Covid-19, el padecimiento de otras enfermedades o trabajar en condiciones difíciles. Hoy, si un jefe le grita a una persona de su equipo ‘la va a quebrar’. Y si es un millennial con seguridad le va a renunciar”, señala Rosas.
Al respecto, Isaac Rubinstein, director ejecutivo de Asesoría en Riesgos en Sekura, una firma de seguros y fianzas para empresas, indica que de 2020 a la fecha sus servicios de atención psicológica incrementaron 140%, en el acumulado anual.
Desde su trinchera, sí ve un mayor interés por parte de las empresas para incentivar los temas de prevención y bienestar entre sus colaboradores, incluyendo la salud mental de los líderes. Según sus datos, la ansiedad es el principal problema mental que se ha atendido a través de la asistencia psicológica, seguido de otros trastornos como el estrés laboral y el burnout.
“El estrés y la fatiga laboral se contagian en cascada y la presión ejercida por un mal liderazgo tiene tendencia a somatizar en la salud física. Lo que más vemos en los trabajadores son enfermedades gástricas y de ortopedia”, revela.