El principal obstáculo es no contar con experiencia práctica y, en segundo lugar, por la falta de vacantes en el área de estudio del que egresó cada estudiante. Además, el 16% decidieron no aceptar empleos debido al salario bajo y nulas prestaciones.
Pero por algo se empieza, y quienes consiguieron su primer empleo fue gracias a la ayuda de un familiar, amigo o conocido; el 34.7% de los egresados encuestados así lo hizo. Sin embargo, según la misma encuesta, esto “no es necesariamente la mejor opción en términos salariales, ya que, por lo general, los empleados por este medio obtienen sueldos menores que aquellos que lo hacen por bolsas de trabajo o agencias de empleo”, señala el documento.
Quienes consiguieron su primer empleo por bolsa de trabajo de la universidad reportan un salario promedio de 7,329 pesos.
Quienes lo hicieron por medio de otra bolsa de trabajo reportan un salario de 7,103 pesos.
Aquellos que acudieron a una agencia de empleo o de reclutamiento ganaron 6,591 pesos en su primer empleo.
Y quienes fueron contratados gracias al apoyo de algún familiar, amigo o contacto terminaron ganando solo 6,070 pesos en promedio.
Finalmente, quienes consiguieron su primer empleo acudiendo a entrevista gracias a un anuncio en la calle o medios de comunicación ganaron solo 5,410 pesos en promedio.
La encuesta también señala que únicamente el 22.4% gana un sueldo de entre 8,001 y 15,000 pesos mensuales, mientras la mayoría (73.2%) gana menos de 8,000 pesos al mes. Y únicamente 4 de cada 100 gana un salario superior a 15,000 pesos mensuales en su primer contrato.