Un desencanto que es real
Cada vez hay más mexicanos matriculados en alguna universidad y, de hecho, la cobertura de educación superior creció del 35.6% al 42% entre 2015 y 2021, según datos de la SEP. En 2022, la matrícula de universitarios llegó a 5.1 millones de personas.
Los datos también indican que más del 50% de los egresados mexicanos trabajan en empresas pequeñas o microempresas, espacios que no suelen requerir de perfiles especializados.
Aunado a ello, la calidad del ingreso para profesionistas altamente calificados en México es baja, ubicándose en el último lugar de la OCDE. Por ejemplo, mientras en Luxemburgo más del 40% de los trabajadores con educación superior tienen alta calidad en sus ingresos -lo cual asegura buenas condiciones de vida- en México esa proporción no es superior al 10%. ¿Qué es lo que puede estar fallando?
Muchos abogados y técnicos, pero poca creatividad
De acuerdo con el académico Óscar Calderón, catedrático de la Universidad Autónoma de Puebla, México no invierte en investigación, en ciencia básica ni en innovación, y tampoco lo ha hecho este sexenio. Los jóvenes no tienen espacios culturales, deportivos ni recreativos y solo 20% de las personas que ingresan a la primaria llegan a la universidad. Todo ello en conjunto representa el abandono en que los gobiernos han tenido a este sector de la población.
El doctor en sociología menciona que a pesar de que el mercado laboral ha cambiado y "no lo hemos entendido, seguimos apostándole a carreras tradicionales: abogados, contadores y administradores”. Estas carreras no cumplen con las necesidades actuales de una economía en constante cambio.
La sobrecalificación en el país es la más alta de OCDE con el 38% de los empleados, ya que los trabajos generados no requieren de estudios avanzados. "Tienen un porcentaje más alto (de sobrecalificación) los egresados de programas de administración de empresas y derecho, cuyo 56.1% se desempeñó en ocupaciones que no requerían un título de educación superior", señala el documento Educación superior en México: resultados y relevancia para el mercado laboral.
Esta opinión también la comparte Alberto Mondelli, director senior para América Latina de WTW, quien afirma que los procesos de automatización han dejado sin campo laboral incluso a egresados de carreras como la ingeniería civil, que tuvieron un auge durante la creación de grandes obras de infraestructura en las décadas pasadas.
“No he visto una política pública centralizada que se dirija al desarrollo de algunas habilidades que tienen que ver con nuevas tecnologías”
Alberto Mondelli
Esta tendencia de automatización y redefinición de los roles profesionales se agudizará con la incursión y auge de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial generativa de lenguaje.
Tanto el académico como el experto en recursos humanos coinciden que las universidades no están reaccionando a tiempo, agregando asignaturas novedosas a sus programas de estudio y que esto, en definitiva, darán lugar a la pérdida del talento que representó el “bono demográfico” del que México goza hasta ahora.