Imagina que un año laboral llega a su fin y nunca hiciste una pausa para descansar. El trabajo continuó acumulándose y las vacaciones quedaron pendientes en tu agenda.
Ahora te preguntas qué sucede con esos días de descanso que no usaste. ¿Se pierden? ¿Se acumulan? Aquí te explicamos lo que establece la Ley Federal del Trabajo (LFT).
De acuerdo con la LFT, si tienes más de un año trabajando, tienes derecho a un período anual de vacaciones pagadas que no puede ser menor a 12 días laborables. Este derecho incrementa con el tiempo. Por cada año adicional de servicio, obtendrás dos días de descanso más, hasta alcanzar 20 días al quinto año.
Después del sexto año, las vacaciones aumentan en dos días por cada cinco años de trabajo. A continuación se detalla cómo se otorgan estos días:
Aunque el artículo 81 indica que deben disfrutarse dentro de los seis meses posteriores al cumplimiento del año de servicio, no existe una cláusula que limite su acumulación si no las tomas en ese tiempo.
Si decides tomar tus vacaciones en otro momento, el patrón está obligado a pagarte la prima vacacional correspondiente al período que dejaste pendiente. Este derecho no se pierde, sin importar cuándo decidas ejercerlo.
