Científicos del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la UNAM desarrollan un proyecto innovador que busca resolver dos necesidades en un mismo producto: reducir el plástico en el ambiente y generar baterías eléctricas amigables.
Científicos de la UNAM crean baterías a partir de plástico reciclado
El equipo liderado por el Dr. Jorge Oliva Uc, con sede en Juriquilla, Querétaro, tienen como meta crear pilas que compitan con las AA y AAA que contienen zinc, ácidos y metales pesados tóxicos, que pesan entre 40 y 100 gramos.
Sus baterías, en cambio, tienen un peso menor a 10 gramos y son menos tóxicas. De acuerdo con el Dr. Olivia Uc, por dos años se analizaron diferentes tipos de plásticos que sirvan como insumo: botellas, envases de yogur, champú o detergentes. Hasta que se llegó a la conclusión de que los pequeños sobres de kétchup son los más idóneos, porque no necesitan un proceso para moldearlos y hacerlos flexibles.
“La tecnología en general, y la electrónica en particular, tienden a avanzar y compactarse. Por ejemplo, hay celulares flexibles y se necesita que las pilas también lo sean. Etiquetas de refresco o sobres de salsa de tomate o mayonesa, pequeños y flexibles, son el material base o soporte mecánico (hecho de polipropileno, polietileno, PVC y poliéster) sobre el cual construimos los electrodos.”
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— UNAM (@UNAM_MX) December 19, 2024
A esta innovación se le suma otra: el uso de agua de mar como electrolito, para evitar metales pesados tóxicos. Por usar plásticos reciclados, su costo disminuye de manera considerable. Mientras que que el precio de una batería AA y AAA de marca comercial pueden ser de 30 a 60 pesos, “La nuestra, sin tomar en cuenta la mano de obra, tiene un costo aproximado de cinco a ocho pesos, y son igual de eficientes para almacenar y generar carga”, explica el investigador.
Los prototipos de baterías ya fueron probadas en controles remotos de ventiladores y juguetes, además de encender focos LED en el primer nivel de prueba. Se pretende que sean optimizadas para alcanzar los 3.7 volts, la pila que usa un teléfono móvil, y posteriormente los 12 volts, que usan las baterías de automóvil.
Jorge Oliva explicó que varios prototipos están siendo valorados para ser patentados. De forma paralela, el equipo de la UNAM trabaja en el reuso de las baterías de litio, como la de los teléfonos celulares o los autos eléctricos.