La enfermedad de Lyme se manifiesta en distintas fases y puede comprometer órganos vitales si no se atiende a tiempo. Conoce sus características, evolución y factores de riesgo.
Si sospechas una mordida de garrapata o presentas síntomas compatibles con la enfermedad, debes consultar a un profesional de salud.(TanyaJoy/Getty Images)
Expansión Digital
Justin Timberlake reveló recientemente que padece la enfermedad de Lyme. La confesión del cantante volvió a poner en el centro de atención una condición poco conocida que ha afectado a miles de personas en distintas regiones del mundo.
Este caso abre la conversación sobre qué es la enfermedad de Lyme, cómo se presenta y qué hacer en caso de exposición. A continuación se explican sus causas, síntomas, diagnóstico y formas de prevención con base en fuentes médicas especializadas.
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Qué es la enfermedad de Lyme y qué la provoca
Ladislav Kubeš(/Getty Images)
La enfermedad de Lyme es una infección causada por bacterias del género Borrelia, como señala la Mayo Clinic, organización sin fines de lucro dedicada a la práctica médica, educación e investigación. El principal agente es Borrelia burgdorferi, y en casos menos frecuentes Borrelia mayonii, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El contagio ocurre cuando una garrapata infectada muerde a una persona. Las garrapatas suelen habitar en zonas húmedas con vegetación densa. El riesgo de contraer la infección aumenta si has estado en áreas con maleza, hierba alta o bosques. No todas las mordidas generan la enfermedad, pero es importante vigilar síntomas en los días posteriores.
Normalmente, las garrapatas que transmiten estas bacterias suelen encontrarse en regiones boscosas del noreste, el Atlántico medio y el medio oeste superior de Estados Unidos. También se ha detectado la enfermedad en Europa y partes de Canadá.
Cuáles son los síntomas y cómo evoluciona la enfermedad
Los signos de la enfermedad de Lyme no aparecen siempre de la misma forma ni en los mismos tiempos. Mayo Clinic describe tres etapas: localizada temprana, diseminada temprana y diseminada tardía.
En la primera fase, los síntomas pueden surgir entre 3 y 30 días después de la mordida. Uno de los signos más comunes es un sarpullido circular que se expande desde el sitio de la mordida y puede tener un aspecto en forma de diana. También pueden presentarse fiebre, dolor de cabeza, fatiga extrema, rigidez en las articulaciones o inflamación de ganglios.
Sin tratamiento, la infección puede avanzar a una segunda etapa. En esta fase, que aparece entre 3 y 10 semanas después, pueden presentarse múltiples sarpullidos, rigidez en el cuello, dolor en los nervios, palpitaciones o parálisis facial. El sistema inmune puede comenzar a atacar tejidos del corazón u ojos.
En la etapa final, que suele comenzar de 2 a 12 meses, pueden desarrollarse síntomas más persistentes. El más común en es la artritis en articulaciones grandes, sobre todo en las rodillas. En otras regiones puede observarse una condición cutánea llamada acrodermatitis crónica atrófica.
Cómo se diagnostica y qué hacer tras una mordida de garrapata
Si sospechas una mordida de garrapata o presentas síntomas compatibles con la enfermedad, debes consultar a un profesional de salud. Los CDC indican que el diagnóstico se realiza con base en los síntomas, el historial de exposición a zonas de riesgo y pruebas de laboratorio.
Las pruebas recomendadas son serológicas, basadas en anticuerpos. Estas pruebas ayudan a confirmar la infección cuando ya ha pasado cierto tiempo desde la exposición. En etapas muy tempranas, los resultados pueden ser menos precisos. Si identificas una garrapata adherida, lo ideal es retirarla cuanto antes con pinzas finas y consultar si se recomienda tratamiento preventivo.
Cómo prevenir la enfermedad de Lyme
La forma más efectiva de evitar la enfermedad es prevenir las mordidas de garrapatas. Si vas a zonas de riesgo, como áreas boscosas o con mucha vegetación, debes usar ropa protectora, aplicar repelente con DEET y revisar tu cuerpo al regresar, recomienda Mayo Clinic.
También se sugiere bañarse lo antes posible tras estar en exteriores, revisar cuidadosamente zonas como la nuca, las axilas o detrás de las rodillas, y supervisar a mascotas que hayan salido contigo. Eliminar garrapatas de forma correcta puede reducir la probabilidad de transmisión. En entornos con alta presencia de garrapatas, el uso de pesticidas en exteriores y la limpieza frecuente de jardines o zonas verdes puede reducir el riesgo.