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Los rezos y la bendición de la abuela son fuerza para <i>el Chicharito</i>

Luz María Anaya de Balcázar, abuela materna del Chicharito Hernández, relata para CNNMéxico la forma en la que vio el gol histórico de su nieto
lun 21 junio 2010 01:49 PM
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"Sentí como si acabara de bajar de un volantín, las piernas no me sostenían y creo que hasta me desmayé por un segundo", así recuerda Luz María Anaya de Balcázar, abuela de Javier Chicharito Hernández, el gol que su nieto anotó para México en el juego contra Francia en el Mundial.

Todavía con la emoción en la voz, Doña Lucha de Balcázar, como la llaman sus seres queridos, cuenta cómo siguió el partido desde su casa en Guadalajara, acompañada de su hija Luz y amigos.

Una vez que se recuperó de la emoción del gol, lo primero que hizo fue ir al altar que pone en su vivienda, para agradecer a Dios y a la Virgen, relató a CNNMéxico.

"Más tarde me llamó mi hija Silvia (madre del Chicharito), estaba llorando y sólo me dijo, 'Qué grande es Dios, mamá'", dijo con voz nuevamente cortada por la emoción.

Los padres, hermana y el abuelo de Javier Hernández están en Sudáfrica apoyándolo desde la tribuna.

"Me llaman todos los días, mi esposo casi no, porque está descansando de mí(ríe). Sé que se emocionó mucho con el gol y yo les dije: 'nomás con que no se muera mi marido con eso me doy' (ríe otra vez). Si aguantó esta emoción, quiere decir que su corazón está fuerte", agrega.

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Luz María Anaya se refiere a Tomás Balcazar, ex jugador de la selección mexicana que participó en un juego histórico entre México y Francia en el Mundial de Suiza 1954, en el que también anotó un gol aunque aquella vez, no alcanzó para la victoria. Abuelo y nieto ahora están unidos por una hazaña similar además de por los lazos de sangre.

A esta coincidencia de que su esposo y su nieto hayan podido igualar la meta de anotar un gol contra Francia en un Mundial, la califica de "hermosísima".

La última vez que Doña Lucha habló con su nieto fue un día antes del partido contra Francia. Relata que se trató de una conversación breve. El jugador quería hablar con ella y pedirle su bendición.

"Me dijo: 'primeramente Dios, abuela, nos va a ir muy bien', yo creo que él ya presentía algo", afirma.

"Mi Javi es un chico extraordinario, ha sacrificado mucho de su juventud y no puedo explicar con palabras la emoción que me da verlo cumplir sus sueños en la profesión que ama", aregó.

Por la relación tan estrecha abuela-nieto, la pregunta sobre cómo les vendrá la próxima partida de Hernández a Inglaterra, a donde irá a jugar al Manchester United una vez que concluya el Mundial, resulta incómoda.

"No me toques ese vals, va a ser muy difícil para nosotros separarnos de él, de sus padres y hermana, porque se van todos a vivir a Inglaterra. Por ahora no quiero pensar mucho en eso, va a ser muy doloroso el desprendimiento sobre todo porque somos una familia muy unida", llora un poco y reanuda la conversación con CNNMéxico.

Doña Lucha cuenta que su nieto quiere llevar a sus abuelos a vivir con él a Inglaterra, pero refiere que es en Guadalajara donde están sus otros cinco hijos y sus otros nietos, la más pequeña Puala, de 5 años, por cierto, ahijada de bautizo del Chicharito, y su adoración.

La vida común de un naciente ídolo del futbol

El Chicharito nació en Guadalajara, Jalisco al occidente de México. Ahí vive con sus padres y su única hermana, Ana Silvia, pero es en casa de sus abuelos donde ha pasado mucho de los mejores momentos de su vida y disfrutando de su platillo favorito: milanesas y pacholas hechas en el metate por su orgullosa abuela.

"Mi Javi y sus padres comen aquí todos los días, platicamos y su padre y abuelo le dan consejos, es un niño muy sano y hogareño", agrega Doña Lucha.

El Chicharito, apodado así porque su padre es Javier Hernández, El Chícharo, siente una profunda admiración por su abuelo, Tomás Balcázar, seleccionado nacional y con quien ya unió su historia futbolística luego de 56 años, cuando el abuelo le anotó un gol a la selección francesa en el Mundial de Suiza 1954.

Javier ha declarado a la prensa recurrentemente que lo mejor que tiene es su familia y  que el mejor día que ha tenido es cuando su abuelo lo vio anotar su primer gol.

La abuela lo describe como un niño travieso, cariñoso y un adolescente apasionado con su profesión, "no toma alcohol, no fuma, es muy sano, yo creo que como a todos los jóvenes de su edad le gustan los antros, pero es muy tranquilo".

La popularidad, caballerosidad, carisma y aspecto del Chicharito han logrado que entre las jovencitas sea muy asediado. Al respecto la abuela de Javier sólo rie, y reitera que por ahora, sólo debe concentrarse en su carrera.

Javier Hernández sin embargo sostiene una relación desde hace un par de años con Leticia Sahagún, una joven tapatía quien se abstuvo de hacer declaraciones después del triunfo de la selección.

"Me he mantenido al margen y así quiero seguir, estoy muy feliz y emocionada con sus triunfos, pero este momento es de él y así tiene que ser", plantea como razón principal para no aceptar la entrevista con CNN México.

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