El club AC Milán es clave en la estrategia de poder de Berlusconi

Cuando Robinho completó su dramática transferencia en la fecha límite del Manchester City al Milán AC el mes pasado, se convirtió en el último dentro de una lista larga de jugadores de renombre para participar en el San Siro.
La mayoría estará de acuerdo en que los poderes delanteros del brasileño de 26 años de edad ayudarán a reafirmar el ataque de cualquier equipo del mundo, pero su habilidad para ayudar a decidir el futuro de la política italiana se volvió un tema igualmente atractivo para sus nuevos empleadores.
Esto se debe a que el dueño del club, Silvio Berlusconi, también es el primer ministro de Italia y, según algunos comentadores de renombre, el Milán AC le debe su éxito en gran parte al poder de Berlusconi.
Quizás sólo es una coincidencia de sucesos, pero la llegada de Robinho, detrás de la compra de la superestrella del Barcelona, el delantero Zlatan Ibrahimovic, llegó en un momento muy adecuado para el asediado político.
El hombre de 73 años de edad tiene el apoyo de menos del 30 por ciento de los votantes, según un sondeo reciente del periódico La Repubblica, después de la deserción de docenas de miembros del parlamento en julio y de la salida de Gianfranco Fini, cofundador de la política dominante de La gente de la libertad de Berlusconi por varios desacuerdos políticos.
La contratación de Robinho podría ayudar a llevar a tierra firme al gobierno italiano. No queda duda de que Berlusconi es un hombre que conmueve los ánimos de sus compatriotas de muchas formas.
Para sus seguidores, él es un hombre de logros, un innovador, alguien que cambió la cultura italiana y las prácticas de negocios para mejorar. Para sus críticos es un oportunista, una vergüenza que no hace buen uso de su autoridad con sus extrañas tomas de decisiones, y en medio de acusaciones morbosas de su vida privada.
Para quienes apoyan el Milán AC, es un hombre en el poder. El dueño será vituperado cuando los resultados sean buenos y será abucheado después de cada fracaso.
El periodista Patrick Agnew está convencido de que hay una relación entre la opinión que se tiene de Berlusconi y la llegada de estrellas nuevas a su amado Rossoneri.
“Berlusconi empleará al equipo para crear una imagen positiva para él mismo”, dijo Agnew a CNN. “Está bajo una gran presión y quedó impresionado por las pancartas que cargaban varios de los fans en julio; sabía que tenía que comprar a grandes personalidades para mejorar su popularidad, y por eso llegaron Robinho e Ibrahimovic.
“Berlusconi siempre ha visto al Milán como un vehículo publicitario, y le gusta codearse con los jugadores de alto perfil que puede atraer. Todo es parte de la imagen, y por eso David Beckham ha jugado dos veces aquí”. Los caminos de la carrera de Berlusconi como político y como dueño de un equipo van de la mano mientras el multimillonario se ha ganado el voto futbolístico para lograr sus aspiraciones políticas.
Al decidir entrar a la arena política mediante la creación de un nuevo partido en 1993, Berlusconi eligió el canto popular futbolero de la Forza Italia, un nombre que ayudó al empresario a progresar para que tomara el puesto de primer ministro en un año.
El repentino y espectacular auge de la posición política de Berlusconi llegó cuando uno de los mejores equipos de Milán se acercaba al título de la liga italiana.
De hecho, el mismo mes que Berlusconi entró al poder, su equipo de Milán, con superestrellas como el holandés Ruud Gulit y Marco van Basten vencieron a Barcelona 4-0 en una de las finales de la Copa Mundial más devastadoras jamás vistas.
El analista político Franco Pavoncello, decano de la Universidad John Cabot en Roma, dijo a CNN que el éxito del Milán AC ayudó a impulsar las aspiraciones políticas de Berlusconi. “Berlusconi es un hombre único; lo que toca se convierte en oro y su única intención es ser un éxito. La división en su partido implica que tiene herramientas políticas para no lograr una elección favorable el próximo año, pero si hay una elección, traer a algunos nombres reconocidos a Milán ayudará a mejorar su posibilidades de éxito electoral”.
Han surgido críticas en torno a que Berlusconi está procurando políticas a corto plazo que resumen su propia personalidad, en vez de fomentar el éxito a largo plazo y el crecimiento que puedan ofrecer los jugadores.
Pavoncello cree que hay razones para esto; su éxito está ligado a la política, el deporte y los medios. Compró canales comerciales satelitales para llevarlos a las casas y le gusta el glamour que las estrellas ofrecen a su equipo.
“El hecho de que algunos jugadores tengan sus propios temperamentos no es una preocupación para él. Él sólo quiere ganar y ganar para el presente. No olviden que no es un hombre joven; quiere estar presente para ver cómo gana el Milán y para contratar a los grandes jugadores, pues son el mejor medio para lograr su éxito”.